Las ciudades santuario se preparan para resistir a Trump

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Con la llegada a la presidencia de EEUU de Donald Trump este lunes, los líderes de las ciudades santuario insisten en que no apoyarán ningún plan de deportación masiva después del día de la inauguración.

Este fin de semana se conoció, en voz de Tom Homan, apodado el “zar de la frontera“, que los servicios de inmigración de Estados Unidos llevarán a cabo una redada masiva con arrestos de cientos de migrantes indocumentados en todo el país a partir del martes, un día después de la toma de posesión.

Frente a ello, estados como Colorado, Illinois y Nueva York, donde el gobernador republicano de Texas, Greg Abbott, trasladó en autobús a cientos de miles de migrantes desde la frontera sur, los funcionarios locales redoblan su promesa de proteger a los recién llegados.

¿Cómo se preparan las ciudades santuario?

Los Ángeles se convirtió en la última ciudad en aprobar el estatus de santuario después de que 
el Ayuntamiento aprobara por unanimidad una medida esta semana. La ordenanza prohíbe el uso de recursos municipales para la aplicación de las leyes federales de inmigración. También podría implicar posibles batallas legales, ya que la administración Trump se prepara para utilizar al ICE y al ejército para llevar a cabo la promesa de campaña de deportaciones masivas.

Se estima que 1,8 millones de inmigrantes que se encuentran ilegalmente en Estados Unidos viven en California , más que en cualquier otro estado, y casi un millón de ellos en el condado de Los Ángeles. La alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, aceleró la ordenanza de ciudad santuario como resistencia al plan de deportación masiva de Trump.

Por su parte, en Chicago, donde se han enviado más de 50.000 recién llegados desde 2022, el alcalde Brandon Johnson ha caracterizado a Trump como un tirano y dice que la fuerza policial de la ciudad tiene suficiente trabajo que hacer sin ayudar a detener a inmigrantes condenados por delitos graves.

“No vamos a ceder, ni doblegarnos, ni acobardarnos ante la amenaza de alguien”, dijo Johnson a los periodistas después de las elecciones. “Vamos a defendernos y unirnos en torno a nuestros valores compartidos, y (los residentes) tienen mi garantía de que voy a proteger a las familias de esta ciudad”.

“El departamento de policía de nuestra ciudad no va a ser agente del ICE, simplemente no vamos a hacerlo”, dijo el alcalde de Chicago. “Es un precedente peligroso que los miembros de las comunidades comiencen a sentirse inseguros con su departamento de policía local”.

la Operación Aurora

En Colorado, que Trump atacó durante su campaña presidencial debido a la presencia de inmigrantes y la presunta actividad de pandillas de inmigrantes en un complejo de apartamentos de Aurora, los funcionarios también se están preparando para lo que podría venir.

Trump dijo a sus partidarios que deportaría a los criminales violentos enviando “escuadrones de élite” de agentes federales para “cazar, arrestar y deportar” a todos los inmigrantes ilegales. Llamó al plan “Operación Aurora”, en referencia al suburbio de Denver.

El gobernador demócrata Jared Polis dijo a Colorado Public Radio que si bien agradece la asistencia federal para rastrear y detener a los inmigrantes que han sido condenados por delitos graves o pertenecen a pandillas, el apoyo del estado a los planes de Trump terminó allí.

“Obviamente, devastaría nuestra economía y nuestra sociedad si alguien viniera y nos arrebatara por la fuerza a nuestros vecinos”, dijo Polis a la estación.

En cuanto a la participación de la policía local en la ofensiva propuesta por Trump contra los delincuentes inmigrantes, el departamento de policía de Aurora dice que seguirá centrado en lidiar con la policía local.

En la Gran Manzana

Desde mediados del pasado año, el alcalde demócrata de la ciudad de Nueva York, Eric Adams, denunció los planes de deportación masiva de Trump para una ciudad que ha gastado más de 5 mil millones de dólares en costos de vivienda para los más de 200.000 migrantes que han sido enviados allí desde 2022.

El New York Times informó que Manuel Castro, comisionado de asuntos migratorios de Nueva York, prometió no seguir “las instrucciones del gobierno federal en casos de deportaciones masivas”.

Al igual que otras ciudades santuario, Nueva York tiene disposiciones vigentes para limitar su participación en la aplicación de las leyes federales de inmigración. Eso no prohíbe al ICE detener a inmigrantes que residen en la ciudad de Nueva York, pero que no son ciudadanos estadounidenses, según el informe.

Si bien la Ley de Inmigración y Nacionalidad 287(g) del ICE autoriza a los departamentos de policía locales a designar oficiales para ayudar con los esfuerzos de cumplimiento de la ley de inmigración federal, el Departamento de Policía de Nueva York no participa en esos esfuerzos, informó The New York Times.

Desde 2014, la ciudad se ha negado a cumplir las órdenes de detención del ICE que implicarían que el departamento de policía de la ciudad retuviera a inmigrantes que se encuentran ilegalmente en Estados Unidos y que han sido acusados ​​de delitos hasta que pudieran ser detenidos. Sin embargo, según la ley de Nueva York, los delincuentes que han sido condenados por 170 delitos graves, incluidos asesinato y violación, no están protegidos.

La respuesta del “Zar” a las ciudades santuario

Frente a estas posiciones, Trump y Tom Homan, exdirector interino del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) y el “zar de la frontera” de Trump, están prometiendo retener la financiación federal si las ciudades gobernadas por los demócratas no cooperan.

“Si no van a ayudarnos, salgan del camino porque lo vamos a hacer”, dijo Homan a Fox News.

Homan se ha comprometido a enviar más agentes federales para detener a los inmigrantes en Nueva York, Chicago o Aurora si los funcionarios de estas ciudades se niegan a cooperar.

“Haremos el trabajo”, dijo Homan en la entrevista con Fox News. “Haremos el trabajo con ustedes o sin ustedes”.