Beirut, 27 dic (EFE).- El alto el fuego entre el grupo chií libanés Hizbulá e Israel sigue en vigor cuando este viernes se cumple un mes de su aplicación, pese a las reiteradas denuncias del Gobierno libanés sobre vulneraciones cometidas por el Ejército israelí, que todavía mantiene tropas en el sur del país mediterráneo.
Desde el inicio de la tregua entre ambas partes, el pasado 27 de noviembre, el Ejército israelí ha estado bombardeando diferentes puntos del sur del país amparándose en haber encontrado presencia de combatientes del movimiento chií e infraestructura militar.
El acuerdo estipula que los miembros de Hizbulá deben replegarse al norte del río Litani, cuyo curso alcanza hasta 29 kilómetros de la divisoria con Israel, y que las tropas israelíes mientras tanto se retirarán al sur del país para permitir el despliegue del Ejército libanés de forma progresiva durante 60 días.
Constantes violaciones de la tregua
Prácticamente con la entrada en vigor del alto el fuego, decenas de libaneses comenzaron a desplazarse hacia el sur del país para regresar a sus hogares, muchos de ellos afectados por los bombardeos israelíes, si bien el Ejército libanés hizo entonces un llamamiento a la población para que esperaran un tiempo prudencial y garantizar la salida de las tropas israelíes de la zona.
Sin embargo, ya en los primeros días se registraron violaciones del acuerdo por parte de Israel, que movilizó cuatro tanques en un barrio del oeste de la estratégica ciudad de Jiam, la cual no abandonó hasta prácticamente mediados de diciembre, cuando la Fuerza Interina de la ONU en el sur del Líbano (FINUL) y el Ejército libanés entraron en la localidad para verificar su repliegue.
Cuando tan solo había transcurrido una semana de la aplicación del alto el fuego, Israel ya lo había incumplido en más de 60 ocasiones, según el primer ministro libanés, Najib Mikati, quien a inicios de diciembre pidió también que el cese de hostilidades conduzca a “una estabilidad permanente”.
A lo largo de este mes de tregua, al menos 20 personas murieron y otras 16 resultaron heridas en varios ataques perpetrados por el Ejército de Israel contra diferentes localidades en el sur del Líbano, según contabilizaron diferentes fuentes oficiales y medios locales libaneses.
Hizbulá responde
El grupo chií proclamó su “victoria” ante Israel al inicio de la tregua y aseguró que logró “derrotar a su Ejército”, después de intensificar sus operaciones a finales de septiembre. Desde entonces hasta el inicio del alto el fuego lanzó un total de 23 operaciones al día contra cuarteles y bases del Ejército israelí, así como contra ciudades y asentamientos entre la frontera compartida.
Asimismo, la formación afirmó que sus combatientes “siguen plenamente preparados” para hacer frente a Israel, si bien el secretario general de Hizbulá, Naim Qasem, aseguró a inicios de diciembre que su formación resultó “gravemente herida”, pero que poco a poco se está recuperando tras más de un año de guerra.
Además, Hizbulá también vulneró la tregua y el 2 de diciembre reivindicó el lanzamiento de dos proyectiles contra una posición israelí en Ruwaisat al Alam, en una zona fronteriza disputada de Kafr Shuba, por lo que el Ejército israelí bombardeó posteriormente localidades libanesas próximas a la frontera.
Ofensiva en Siria
La tregua entró en vigor el mismo día en el que una coalición liderada por el islamista Organismo de Liberación del Levante (Hayat Tahrir al Sham, HTS en árabe) inició una rápida ofensiva en Siria que acabó con el derrocamiento del régimen de Bachar al Asad, exiliado a Moscú.
Con la caída de Al Asad el 8 de diciembre, cientos de refugiados sirios residentes en el Líbano cruzaron la frontera a través del paso de Masnaa de regreso a su país, después de que los insurgentes entraran a Damasco y la declararan “libre” del depuesto presidente, aunque muchos otros optaron por permanecer en territorio libanés a la espera de ver la evolución de los acontecimientos.
Mientras Siria sigue reconfigurándose y la frágil tregua en el Líbano persiste, la FINUL pidió ayer a Israel que retire sus tropas de las áreas que ocupó en el sur libanés.
Por su parte, el primer ministro libanés valora la posibilidad de reunirse nuevamente con una delegación negociadora francesa y estadounidense para acelerar esta retirada, ante el temor de que las tropas de Israel permanezcan más allá de los 60 días estipulados.