La comunidad humanitaria en Haití manifestó su preocupación por el reciente aumento de la violencia en el país, especialmente por la multiplicación de masacres y ataques armados de pandillas, que han provocado un incremento en el número de personas desplazadas.
“Estamos profundamente alarmados y consternados por la inaceptable e inhumana intensidad de la violencia que se abate sobre Haití”, declararon las instituciones humanitarias nacionales e internacionales en un comunicado conjunto al que EFE tuvo acceso este martes.
Esta ola de violencia extrema ha provocado desde finales de enero numerosas muertes y el desplazamiento de más de 6.000 personas. 2.000 de ellas en los municipios de Delmas, Puerto Príncipe y Pétion-ville, así como más de 4.100 en Kenscoff, en las alturas de la capital, apuntaron las organizaciones.
“Familias enteras fueron brutalmente aniquiladas en sus hogares, mientras que otras, incluidos niños y bebés, fueron asesinadas cuando intentaban escapar”, se lamentaron.
Este episodio se produce tras la masacre de Wharf Jeremie el pasado diciembre, en la que fueron ejecutadas varias decenas de personas, en su mayoría ancianos.
“Condenamos con la mayor firmeza cualquier ataque contra la población civil y las infraestructuras. Como el que tuvo como objetivo el hospital de la Universidad Estatal de Haití el 13 de febrero”, consideró la coordinadora de las instituciones humanitarias en el país, Ulrika Richardson.
La responsable añadió que “estos actos violan los derechos humanos y privan a los más vulnerables de servicios vitales esenciales”.
Haití: Sumido en la violencia
Según estas instituciones, el día a día de muchos haitianos está marcado por la violencia, el miedo, el agotamiento, el hambre, las enfermedades y la incertidumbre del mañana. Las mujeres, las niñas y los niños se enfrentan a una amenaza creciente, en particular la de la violencia sexual.
En 2024, la violencia se cobró la vida de al menos 5.600 haitianos y desplazó a más de un millón de personas.
La protección de la población debe ser la prioridad de todos, plantearon las instituciones humanitarias. Que piden a todas las partes implicadas en esta violencia romper este ciclo de terror y poner fin a esta espiral incontrolada.
Sin embargo, la comunidad humanitaria afirmó que sigue decidida a continuar prestando asistencia a millones de niños, mujeres y hombres en situación de vulnerabilidad.
Afirma estar comprometida en aunar esfuerzos con los actores del desarrollo y la consolidación de la paz, “para que nuestros esfuerzos colectivos contribuyan a soluciones duraderas” que permitan fortalecer la resiliencia de las comunidades.
Recuerdan que sus acciones de movilización de la comunidad internacional en favor de Haití continuarán con el fin de garantizar la financiación necesaria para responder a las necesidades urgentes y restaurar la dignidad de las personas afectadas.