El portavoz del Gobierno israelí, David Mencer, afirmó este lunes que en la Franja de Gaza no existe otro sufrimiento humanitario que el de los rehenes israelíes “encadenados en los túneles de Hamás”.
Durante una entrevista con LBC, Mencer dijo que “el único sufrimiento humanitario en Gaza es el de los rehenes israelíes encadenados, hambrientos y retenidos en los túneles de Hamás”, en respuesta al periodista, quien le preguntó por qué Israel había decidido bloquear el ingreso de ayuda alimenticia y médica al enclave durante las últimas dos semanas.
“Estos son los hechos: 1.800.000 toneladas de ayuda han entrado en Gaza desde el inicio de esta guerra. […] Eso significa que hay allí comida más que suficiente para todos. Pero Hamás roba la ayuda, la revende a los habitantes de Gaza por precios enormemente elevados, usa el dinero para rearmarse y luego planea atacarnos nuevamente”, afirmó el portavoz, recalcando que “no hay escasez de alimentos ni medicinas” en el enclave.
Otra de las medidas utilizadas para presionar al grupo palestino incluye el corte del servicio de electricidad, suministrado por Israel. Ignorando los comentarios del entrevistador, quien le refutaba que los afectados por el corte de energía son los residentes de Gaza, al no poder poner en funcionamiento las plantas purificadoras de agua, Mencer aseveró que “Hamás no construirá cohetes con electricidad israelí para disparar contra Israel”.
“Nuestra decisión de bloquear la ayuda y la electricidad a Gaza es absolutamente coherente con el Derecho Internacional”, agregó.
Colapso casi total de los servicios esenciales
Por su parte, un funcionario del Gobierno gazatí dijo a Qatar News Agency que 80 % de la población ha perdido el acceso a fuentes de alimento. El jefe del Comité de Emergencia del Ministerio de Desarrollo Social, Riyad Al Bitar, aseguró que ya hay señales de hambruna y de colapso casi total de los servicios esenciales y la atención médica. También advirtió que la inseguridad alimentaria e hídrica se agravará con el paso de los días.
A principios de marzo, el ejército israelí cerró todos los pasos fronterizos hacia Gaza para impedir el ingreso de ayuda humanitaria, restringiendo también el suministro de energía y combustible para servicios e instalaciones esenciales.