Un ataque cibernético a un banco podría poner en peligro a millones de personas
Los crímenes cibernéticos mueven millones de dólares al año, de hecho en la deep web se comercia con los datos que le han sido robados a personas en internet. Y ni se diga de las tarjetas de crédito y las cuentas bancarias, pues si se logra hackear una, los ladrones podrían comprar artículos de lujo a nombre de la víctima y cometer otro tipo de ilegalidades.
Incluso, estos ladrones cibernéticos han llegado a crear sitios web “piratas” que parecen oficiales para confundir a las potenciales víctimas y hacer que digiten contraseñas, correos y números de documento. Y aunque esta es una forma de estafa muy común, las personas continúan cayendo en estas trampas, incluso el “phishing” alcanzó su máximo histórico en el primer trimestre de este año, algo que ya había sucedido en 2021.
Y es que esta modalidad de robo no se logra extinguir debido a que los ciberdelincuentes idean otras maneras de continuar suplantando instituciones y extrayendo información sensible de los usuarios de internet.
Por ejemplo, ya se le ha nombrado como vishing a la actividad de llamar a las personas directamente y hacerles creer que se comunican desde una entidad pública o financiera para que les dicten datos personales, y si no caen de esta manera, y los correos electrónicos son demasiado sospechosos, pues envían mensajes de SMS, delito conocido como smishing.
Malware
Los malware o virus informáticos, no solo dañan los computadores y otros dispositivos sino que también son capaces de robarse los datos de los usuarios como las claves de las tarjetas de crédito al detectar las teclas que se pulsan.
Estos softwares maliciosos llegan a instalarse en los ordenadores y celulares después de que el usuario abra un link que le ha sido enviado al correo electrónico, aunque también se encuentran en diferentes sitios web como publicidades invasivas o en aplicaciones que aparentan ser legítimas.
Web skimming
Se le conoce por este nombre a los malwares que se instalan en las páginas de pago de las tiendas virtuales oficiales con el objetivo de sustraer los datos de las tarjetas de crédito que son ingresadas sin que los usuarios se den cuenta. En pocas palabras tanto los sitios de comercio electrónico como los compradores son atacados.
Filtraciones de datos
Atacar directamente a una empresa o departamento estatal como un centro de salud, un banco o una alcaldía, resulta mucho más beneficioso para los cibercriminales que robar a usuario por usuario, ya que en una sola campaña pueden obtener los datos de cientos de personas.