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Agencias. – La ONG Amnistía Internacional ha alertado este miércoles de que la “implacable violencia” en Haití ha puesto en manos de las bandas criminales a más de un millón de niños y jóvenes, víctimas de todo tipo de tropelías, desde reclutamiento forzado, asesinatos, secuestros y violaciones.
“Demasiados niños y niñas en Haití están viendo su vida destrozada”, ha lamentado la secretaria general de Amnistía Internacional, Agnes Callamard, en un último informe presentado este miércoles titulado ‘Soy una niña, ¿por qué me ha pasado esto? Agresiones de bandas criminales a la infancia en Haití’.
Desde el magnicidio del presidente Jovenel Moise en julio de 2021, la violencia ha aumentado de manera significativa en la siempre convulsa Haití, cuya capital, Puerto Príncipe, está en gran medida bajo el control de las bandas criminales, responsables de al menos 5.600 muertes sólo en el último año.
“Las bandas criminales han causado una angustia generalizada en Haití. Amenazan, golpean, violan y matan a niños y niñas. Han cometido múltiples abusos contra los derechos de la infancia, incluidos el derecho a la vida, a la educación y a la libertad de circulación”, ha denunciado Callamard.
Zonas Controladas
Alrededor de más de un millón de menores de edad viven en zonas controladas por bandas criminales. “Niños y niñas sufren a diario violaciones de su cuerpo, su mente y su corazón. Haití necesita asistencia urgente para proteger a la infancia y prevenir nuevos ciclos de violencia”, ha reclamado Callamard.
En ese sentido, Amnistía ha puesto de relieve que las conclusiones de este informe han sido presentadas con anterioridad a las autoridades haitianas, que hasta el momento no se han pronunciado al respecto y ha reprochado tanto al Gobierno como a la comunidad internacional su falta de acción.
“Les están robando la infancia (…) Las expresiones huecas de preocupación no bastan”, ha protestado la secretaria general de Amnistía.
Violencia Sexual
Amnistía ha documentado una veintena de casos de niñas que han sufrido violencia sexual en los últimos tiempos por parte de integrantes de estas bandas criminales, que han hecho de las violaciones una práctica común durante los ataques a barrios y otros territorios controlados por pandillas rivales.
A su vez, muchas de estas jóvenes han sido violadas de camino a la escuela, de manera colectiva, o en sus propias casas, han quedado embarazadas o se han sido víctimas de explotación sexual. “Pienso en ello y me digo: ‘Soy una niña, ¿por qué me ha pasado esto?'”, se pregunta una de las chicas con las que ha hablado la ONG.
Amnistía ha explicado que la situación de estas jóvenes se agrava aún más debido a la precariedad de los sistemas de salud y de seguridad –“no hay policía”, ha contado una de las víctimas varias veces violada– e incluso por las restrictivas leyes ya que el aborto sigue estando penado en la legislación haitiana.
Reclutamiento Forzado
Por otro lado, los jóvenes que se han visto forzados a ingresar en estas organizaciones criminales coinciden en señalar a la ONG que es imposible negarte a ello sin poner en riesgo la vida. “Si no lo hubiera hecho, me habrían matado”, cuenta un muchacho de 12 años, reclutado como informador.
No sólo los niños son víctimas de este reclutamiento, principalmente para hacer de espías, repartidores, o realizar pequeños trabajos para los pandilleros, también las niñas, a las que suelen emplear en tareas domésticas.
Esto ha provocado que decenas de estos menores de edad hayan sido asesinados por bandas que les consideraban miembros de pleno derecho de otros grupos rivales.
A ellos se les suman, los menores de edad que mueren o resultan heridos tras los ataques de las pandillas a territorios rivales. “Niños y niñas están expuestos a fuego tanto indiscriminado como directo”, ha explicado la ONG, que alerta de los problemas de salud mental que derivan de este situación extrema.
Por todo ello, Calamard ha reclamado a la comunidad internacional un plan de acción conjunto para poner freno de manera efectiva a los graves problemas que arrastra Haití desde hace años, si bien la crisis es mucho más profunda y data de hace décadas.
En ese sentido, ha instado a que el plan de ruta contemple un plan integral para proteger a la infancia, incluyendo programas de desmovilización e integración en la sociedad, asistencia médica y jurídica completa. Además el Gobierno debe acelerar los procesos judiciales para sentar a los responsables ante la Justicia.
Amnistía también ha pedido controlar la “masiva” llegada de armas a Haití, así como frenar la deportación de haitianos “mientras continúen la campaña de terror de las bandas criminales y la crisis más amplia de Derechos Humanos”.