Faride Raful, acompañada de su padre, ha marcado territorio en el Distrito Nacional al autoproclamarse candidata a senadora ante los rumores de que el Partido Revolucionario Moderno (PRM), su partido, por el que tanto luchó, aparentemente quería imponer a un foráneo como ficha de ajedrez para hacerle frente a Omar Fernández.
Muchos dirán que el PRM hubiera sido injusto con Faride, pues de todos es conocido que en 2020 la actual senadora ganó porque fue la principal voz cantante de la oposición en el Congreso.
Pero ya la pava no pone donde ponía. Primero, Faride no tiene la misma popularidad que antes, pues su silencio en temas que antes criticaba ha gangrenado su figura, por ejemplo; el endeudamiento por préstamos aprobados en el Congreso y que es controlado en su mayoría por su partido.
No es un secreto que la plaza senatorial del Distrito está en peligro para el PRM.
Sobre la Alcaldía
Nadie pone en duda que Carolina Mejía es la que va por el PRM, pues sus competidores internos se han echado a un lado para dejarle libre el paso.
Pero en el caso de la “Alianza Rescate RD”, hay un meollo que todavía no se sabe qué ocurrirá; pues tal parece que ni el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) ni la Fuerza del Pueblo (FP) se han puesto de acuerdo para llevar un candidato unido.
Y es que por un lado, Domingo Contreras confía en que la alianza derrotará al PRM en el Distrito Nacional (con él a la cabeza); mientras que por otro lado Rafael Paz se autoproclama candidato por la alianza en esa demarcación. Pareciera que la lucha campal es lograr que uno de ellos apoye al otro para ganarle a Carolina, como si esa fuera la única manera de vencerla en unos comicios.
Con estos dimes y diretes por la Alcaldía, el PRM anda de risitas…