Parecía que no se entendía que estaba en marcha el “Guión del Brasil”, forma usada para denominar el golpe de Estado blando. Es que por Brasil empezó y se ven claros los hechos sucedidos. El gobierno del PLD ha estado en esa lista y ahora se entiende.
Ligeras señales asomaron aquí en la transición saliendo Leonel y entrando Danilo en el 2012. Ambos estaban bien posicionados, aún así aceptaron celebrar una gran actividad en la misma Casa Nacional, para advertir discretamente que se veía asomar una forma diferente para hacer oposición desde fuerzas económicas y sociales que aún en ese momento acompañaban al PLD.
La embestida no tardó y en diciembre el CP integró una Comisión que aprovechando fechas emblemáticas para el 2013, organizó: 1.- Segundo centenario del nacimiento de Duarte, en enero; 2.- El 50 aniversario del gobierno de Juan Bosch, en febrero; 3.- El 150 aniversario de la Guerra de la Restauración, en agosto; 4.- El 50 aniversario del golpe de Estado a Juan Bosch, en septiembre; y, 5.- El 40 aniversario de la fundación del PLD, en diciembre.
Todos fueron presididos por Leonel, la embestida parecía dirigida contra él, hasta que al final del 2013 se supo que era una estrategia continental de los sectores conservadores que reunidos en Atlanta asumieron la realización de golpes de Estado blandos o suaves; acordaron empezar judicializando la política y politizar la corrupción, por estar los conservadores perdiendo en las urnas los procesos electorales. Empezarían por Brasil.
Lucía que en el país la mayor campaña iría contra Leonel, a pesar de que gobernaba Danilo; en Brasil iba contra Lula, que dio paso a Dilma. Allá y aquí de los entornos gobernantes hasta se sumaban a afectar aquí a Leonel y allá a Lula. Esto se advertía y no parecía importar.
La moral de Lula y Leonel fueron agraviadas, pero para reelegirse Dilma allá y luego Danilo aquí, necesitaron de los dos. Se advertía que desde ese momento irían contra Dilma allá para sacarla del poder, y aquí posteriormente contra Danilo, y ya se ve que piden su renuncia.
Es obvio que se ha tratado de una lucha por el poder político, para sacar allá al PT y aquí al PLD. Allá quieren el poder por las inmensas riquezas en el país más grande de América Latina, especialmente su petróleo; aquí porque quieren controlar el Estado para su beneficio, especialmente el negocio de energía eléctrica, el Banco de Reservas, el Metro, las aguas represadas y potables y sobre todo un mercado de 20 millones de personas, sumando a este país con Haití.
Aquí no ha habido tiempo para sacar al PLD del poder. Sectores dentro de la “Marcha Verde” han pedido la renuncia del Presidente, pero otros con menos prisas buscan preparar condiciones para 2020, porque aquí se dificulta el impeachment, debido a que lo decide el Congreso y el PLD tiene mayoría.
En Brasil el PT hizo alianzas para ganar y favoreció a sus aliados con mayoría en el Congreso. Esos aliados lo sacaron del poder junto a sectores económicos. Dilma fue acusada de corrupción que no demostraron.
Aquí se está advertido, por lo que procede superar de conjunto debilidades y definir una estrategia unificada, para asumir desafíos como organización política con propósitos históricos. l