Santo Domingo – Especialistas y la población en general entienden que en República Dominicana no se le está dando la importancia necesaria a los problemas de salud mental, son múltiples las quejas de la falta de atención en el Servicio Nacional de Salud.
Según informes de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en la República Dominicana un 4.7% de la población padece de trastornos depresivos, mientras que un 5.7% sufre de trastornos de ansiedad (OMS, 2017), cifras que han aumentado en los últimos años.
De acuerdo a la directora del Departamento de Salud Mental del SNS Francis Báez, la salud mental ha estado muy estigmatizada.
Es por esto que muchas personas se descuidan al buscar ayuda, entendiendo que la misma es solo para “locos”, lo que ha sumido a la ciudadanía en un desconocimiento sobre los servicios que ofrece el SNS.
El Servicio Nacional de Salud cuenta con más de tres mil psicólogos y unos 160 psiquiatras, distribuidos en centros de segundo y tercer nivel de atención, para ofrecer asistencia en salud mental a toda la población que lo requiera.
Es quizás la falta de promoción de estos servicios lo que tiene sumida en desconocimiento a la población sobre dónde dirigirse en busca de ayuda.
Es importante resaltar que la salud mental no solo comprende psicología y psiquiatría. Entra un trabajo en conjunto de los trabajadores sociales, contención de crisis y demás. Ya que dentro de la Salud Mental se engloban alrededor de 200 enfermedades, como depresión, fobias, estrés laboral y demás.
Como tal, la Dirección de Salud Mental de Salud Pública siempre ha existido, pero de acuerdo a la titular del departamento actual, esta no tenía una cabeza en el sistema ejecutorio, se ofrecían los servicios en los hospitales, pero no de manera organizada ya que estaba acéfalo.
Es en el año 2020 que se crea el Departamento de Salud Mental y en febrero 2021 empieza a funcionar y a establecer la red nacional de salud mental de República Dominicana, ya que la ley 12-06 de Salud Mental no se implementaba en ninguno de los niveles, ni sanitario ni público.
Entonces, ¿por qué la población no percibe una intervención real de las autoridades de Salud en esta área?
Según declaraciones de Francis Báez, a las personas les resulta más fácil ir al cardiólogo o medicina general que dirigirse al departamento de Salud Mental, por la misma estigmatización ya mencionada.
A pesar de que una consulta para esta área de la salud es incluso más fácil por la poca demanda que tiene.
“Un usuario solo debe dirigirse a servicio al usuario, se le hace una cita, es un área que no está abarrotada por el desconocimiento de las personas”, indica Báez.
El SNS explica que si se llega con una emergencia y se recibe y no se va a devolver a la casa, en ningún hospital. Luego si está de internamiento se ingresa, o se cita diario sino hay cupo, pero no se queda sin atención.
Las aseguradoras
Sobre la cobertura que dan las aseguradoras, la directora de Salud Mental del SNS asegura que el Seguro Nacional de Salud (Senasa), ofrece cobertura en servicios y medicamentos, pero que las demás aseguradoras cubren a medias, y no para medicamentos.
Aunque resaltó que un paciente que tenga o no tenga seguridad social, en el SNS se le da el servicio sin restricciones.
Sí hay deficiencias
A pesar de que sí se ofrecen servicios para el cuidado de la salud mental en el país, se reconoce que no hay un sistema para atención a pacientes de cuidado continuo o de internamiento.
Báez considera que debería haber una dirección ejecutiva de la nación, que comprenda un engranaje de diferentes instituciones, ya que el servicio de salud mental debería tener varios dispositivos.
Uno de ellos debería ser de internamiento, donde luego de eso, que sería aproximadamente por una semana, el paciente pasaría a un centro de regeneración psicosocial, que actualmente solo hay uno en República Dominicana que es el denominado “28”.
Esto, a pesar de que la ley establece que debe haber uno de estos centros por cada 100 mil habitantes para dar respuesta oportuna.
Una vez el paciente haya pasado por este centro, podría estar rehabilitado podría reinsertarse socialmente.
De no ser así, debería existir un lugar llamado centro de corta estadía, con duración de tres meses a un año donde se le enseña a auto cuidarse e interactuar dentro de un hogar.
Si aun así no se pudiera reinsertar, entonces seguiría otro dispositivo llamado lugar de larga estadía, donde viviría en un lugar con más pacientes y un tutor con turnos de 12 horas, ayudándoles a interactuar y funcionar como personas.
Pero esos dispositivos y estructuras no están hechos en el país.