De un pequeño local a un negocio en crecimiento, así es la historia de esta mujer propietaria de un centro de uñas

Yurkendy Félix Jiménez ha encontrado la manera de destacarse en su comunidad en Pedernales. Dueña de un centro de uñas y de una tienda de variedades, ha construido un espacio donde las mujeres no solo buscan embellecerse, sino también compartir experiencias y empoderarse mutuamente.

Su trayecto al emprendimiento empezó de manera sencilla. En sus primeros años, trabajaba desde casa con una pequeña mesa y algunos esmaltes, atendiendo a sus amigas y conocidas. Con el tiempo, el boca a boca fue atrayendo a más clientas, y su negocio empezó a crecer.

“Empecé sin grandes expectativas, pero me di cuenta de que había una necesidad en mi comunidad que yo podía satisfacer”, cuenta Yurkendy en una conversación a media mañana. Fue entonces cuando decidió alquilar un local más grande y expandir sus servicios, y añadió una gama de productos de belleza y otros artículos que complementaran su oferta.

A pesar del éxito inicial, Yurkendy ha enfrentado muchos desafíos en la gestión de su negocio. “Al principio no sabía cómo manejar bien el dinero. Lo usaba para cualquier cosa sin llevar un control adecuado”, admite. Fue en ese momento crítico cuando recibió una llamada inesperada de una amiga que le habló sobre una reunión en la Gobernación para mujeres emprendedoras. Sin pensarlo mucho, decidió asistir.

Aquella reunión, que recuerda con gran satisfacción, fue el punto de partida para un cambio significativo. En lugar del préstamo que inicialmente esperaba, Yurkendy se encontró inscrita en el programa Mujeres SuperEmprendedoras, una capacitación intensiva de un año diseñada para empoderar a las mujeres y ayudarlas a manejar sus negocios de manera más efectiva. “Al principio, pensé que me habían llamado por error porque esperaba otra cosa, pero resultó ser una de las mejores decisiones que he tomado”, rememora.

Como parte del programa, Yurkendy asistió a numerosos talleres que le enseñaron desde administración financiera hasta habilidades interpersonales. “Uno de los cursos más impactantes para mí fue ‘Conociéndome’. Me hizo darme cuenta de lo importante que es conocer mis propias fortalezas y debilidades para poder planificar mejor mi negocio”, recuerda. Gracias a estos conocimientos, aprendió a llevar un registro detallado de sus ingresos y gastos, lo que le ha permitido tomar decisiones más informadas y estratégicas para su negocio.

Uno de los mayores logros de Yurkendy fue la transición de un local alquilado a uno propio, donde ahora no solo tiene su negocio, sino que también ha comenzado a construir un segundo nivel para su vivienda. “Todo esto no hubiera sido posible sin el apoyo y las herramientas que obtuve del programa. Ahora sé cómo gestionar mi negocio de manera más organizada y eficiente”, señala.

Además de los cambios en su vida profesional, Yurkendy también ha experimentado un crecimiento personal significativo. “He aprendido a escuchar más, no solo a mis clientes, sino también a mi familia. Antes, cuando mi hijo me decía algo, yo no le prestaba mucha atención. Ahora me esfuerzo por entender su punto de vista, aunque no siempre esté de acuerdo”, comparte con sinceridad.

Uno de los mayores logros de Yurkendy fue la transición de un local alquilado a uno propio, donde ahora tiene su negocio.

La distinción, el respeto

El esfuerzo y la dedicación de Yurkendy no han pasado inadvertidos. En 2024, fue galardonada como Mujer Supérate, un reconocimiento que destaca su trabajo y su impacto positivo en la comunidad. En la ceremonia, que contó con la presencia del presidente Luis Abinader y de Gloria Reyes, directora de Supérate, se resaltó la importancia de estos logros para el desarrollo económico y social del país.

Para Yurkendy, el premio es más que un trofeo; es una afirmación de todo lo que ha logrado superar y un recordatorio de que aún queda mucho por hacer. “Este reconocimiento me motiva a seguir adelante y a continuar mejorando, no solo por mí, sino por todas las mujeres que pueden ver en mi historia un ejemplo de lo que se puede lograr con esfuerzo y dedicación”, reflexiona. En un contexto donde muchos negocios han migrado al mundo digital, Yurkendy demuestra que los espacios físicos aún tienen un papel importante, especialmente en comunidades donde el contacto directo y la cercanía son valorados. Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), el emprendimiento en América Latina está en auge, y ejemplos como el de Yurkendy lo revalidan.

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