Es el fundador del Mini Market El Indio 2, un negocio que nació vendiendo frutas y ahora abastece a pequeños comerciantes en dos provincias de RD
Gilberto Díaz es un hombre acostumbrado a trabajar y no le pesa. Oriundo de Monte Plata, se ha dedicado a construir con esfuerzo y un legado que actualmente beneficia a su comunidad.
Desde pequeño, observó a su familia comerciar productos básicos, lo que le inculcó un profundo sentido del valor del trabajo justo y del comercio responsable.
Esa raíz, unida a su habilidad para identificar oportunidades, lo llevó a fundar el Mini Market El Indio 2, un negocio que es muestra clara de que trabajar deja frutos, en vez de robar y atracar, lo cual nunca tiene justificación.
La historia de Gilberto está marcada por su experiencia como vendedor de repuestos de motocicletas y taxista, oficios que le permitieron conocer de cerca las necesidades de su entorno. Buena base.
Sin embargo, el punto de inflexión llegó cuando decidió invertir en un camión para comprar frutas frescas directamente del campo y venderlas en Santo Domingo. Supo emprender.
Esta iniciativa fue más que un simple negocio; fue una apuesta por ofrecer productos frescos a precios justos, y pronto los clientes comenzaron a solicitar otros artículos como azúcar, servilletas y utensilios desechables. Este crecimiento orgánico dio lugar al nacimiento del Mini Market El Indio, un establecimiento que se convirtió en referencia local.
Con el éxito del primer negocio, Don Gilberto, junto a su esposa, decidió dar un paso más y abrir el Mini Market El Indio 2 en Santo Domingo. Este nuevo proyecto representó una expansión estratégica que les permitió alternar su tiempo entre la ciudad y su tierra natal.
Además, consolidó su papel como proveedor clave para cafeterías, vendedores de jugos y fruteros ambulantes, quienes encuentran en su establecimiento productos de calidad y precios competitivos.
A pesar de los logros, el camino no ha sido fácil. La gestión del mini market original en Monte Plata enfrentó dificultades debido a la falta de personal confiable, lo que obligó a venderlo.
No obstante, lejos de rendirse, Gilberto y su esposa decidieron enfocarse en fortalecer su negocio en la capital. Hoy, con una renovada estabilidad y un equipo comprometido, han logrado abrir una nueva sucursal en Monte Plata, un logro que también representa una oportunidad para emplear a familiares y fortalecer los lazos comunitarios.
El apoyo de la Fundación Dominicana de Desarrollo (FDD) ha sido crucial en esta trayectoria. Como pionera en la introducción del microcrédito en el país, la FDD ha ofrecido a Don Gilberto herramientas financieras y capacitación para consolidar su negocio. Este respaldo le ha permitido diversificar su oferta, mejorar su logística y contribuir al desarrollo económico de su entorno. La visión de la FDD, basada en generar oportunidades para segmentos excluidos de la población, se alinea con los valores de justicia y trabajo que don Gilberto defiende.
Además del impacto económico, su éxito también se refleja en lo personal. Con los ingresos generados por el Mini Market El Indio 2, ha podido construir una vivienda en su comunidad, un logro que simboliza tanto su arraigo como el fruto tangible de años de esfuerzo. Para él, el comercio no es solo un medio de sustento, sino una forma de contribuir al bienestar colectivo y de inspirar a otros a seguir un camino de trabajo honesto.
El Mini Market El Indio 2 es un referente no solo por su variedad de productos, sino también por su compromiso con los clientes y con la comunidad. Gilberto está convencido de que “siempre hay un cliente para cada producto, a un precio justo”, y esa filosofía ha guiado cada decisión empresarial que ha tomado. Se le puede contactar a través del teléfono 829-850-7958.
Vale lo que pesa
La influencia de don Gilberto trasciende los límites de su negocio. El ejemplo de este hombre trabajador sirve de inspiración para emprendedores que buscan transformar sus sueños en realidades concretas. Monte Plata y Santo Domingo hoy cuentan con un modelo de esfuerzo que demuestra que, incluso desde las circunstancias más humildes, es posible alcanzar el éxito.
En un contexto donde el microcrédito se ha convertido en una herramienta esencial para la inclusión financiera, la trayectoria de Don Gilberto cuenta. La FDD, fiel a su lema “Cambiamos vidas, creando empresas”, ha encontrado en él un aliado que ejemplifica el poder del emprendimiento para construir un futuro mejor. Su historia, como la de muchos otros beneficiarios, refleja el impacto transformador de unir trabajo, oportunidad y compromiso con la comunidad.