El precio del oro continúa su ascenso, supera la barrera de los 2,900 dólares la onza y alcanza nuevos máximos históricos.

Este incremento, que supera el 10% en lo que va del 2025, ha generado un gran interés en los mercados internacionales y ha vuelto a recordar lo importante que es este metal como activo refugio en tiempos de incertidumbre económica y geopolítica.

Desde principios de año, el oro ha experimentado un aumento constante en su valor, impulsado –según coindicen distintos analistas- por una serie de factores, como la inflación a escala internacional, las tensiones geopolíticas y la creciente demanda de los bancos centrales por diversificar sus reservas.

Este aumento en el precio del oro ha superado las expectativas de muchos especialistas y ha llevado a algunos a pronosticar nuevas subidas en el futuro cercano. Se espera que el oro continúe siendo un activo atractivo para los inversores en un entorno económico global incierto.

¿Qué ha estado ocurriendo?

Varios factores han contribuido al aumento en la demanda de oro en los últimos meses. En primer lugar, la inflación persistente en muchas economías importantes ha llevado a los inversores a buscar activos que puedan proteger su poder adquisitivo. El oro, históricamente, ha sido considerado un refugio seguro contra la inflación.

En segundo lugar, las tensiones geopolíticas, incluida una posible guerra comercial y los conflictos regionales, han aumentado la incertidumbre en los mercados financieros. En tiempos de incertidumbre, los inversores tienden a buscar activos seguros, como el oro, que se considera menos volátil que otros activos. En tercer lugar, según algunos expertos consultados, los bancos centrales de todo el mundo han estado comprando oro para diversificar sus reservas y reducir su dependencia del dólar estadounidense. Esta tendencia ha contribuido a aumentar la demanda de oro y ha ejercido presión al alza sobre su precio.

A diferencia de las monedas fiduciarias, cuyo valor puede verse erosionado por la inflación o la devaluación, el oro tiende a mantener su valor a largo plazo. El oro se considera un activo de bajo riesgo en comparación con otros activos, como las acciones o los bonos, lo que lo convierte en una opción popular para los inversores conservadores.

El aumento en el precio del oro tiene implicaciones importantes para la economía dominicana, debido a que el país es un exportador de oro. Según datos del Banco Central de la República Dominicana (BCRD) y la Dirección de Aduanas (DGA), las exportaciones de oro han experimentado un crecimiento significativo en los últimos años, lo que ha convertido al oro en uno de los principales productos de exportación del país.

Si el precio del oro continúa su tendencia alcista, esto podría generar mayores ingresos para el país y contribuir al crecimiento económico. A pesar de las perspectivas positivas para el sector minero dominicano, existen desafíos.

Los principales receptores del oro dominicano en 2024 fueron India y Suiza, con participaciones de US$393.5 millones y US$468.1 millones, respectivamente. El dato contrasta con 2023, cuando Suiza fue el principal mercado, con US$793.8 millones, seguido por India con US$327.8 millones. El principal motor de la producción de oro en República Dominicana es la mina de Pueblo Viejo, ubicada en Cotuí. Operada por una empresa conjunta entre Barrick Gold (60 %) y Newmont (40 %), esta mina ha sido importante desde su inicio en 2012. En 2020, completó la conversión de su planta de energía a gas natural.

Una mirada a lo ocurrido antes, tema de hallazgos

En la primera mitad del pasado año 2024, la empresa minera canadiense Precipitate Gold anunció el descubrimiento de nuevas anomalías de oro en el proyecto minero Pueblo Grande, próximo a Pueblo Viejo.

Cuando se habla de anomalías, para el tema en cuestión, eso significa identificar áreas o zonas dentro de un proyecto minero que muestran indicios de la presencia de oro, pero que aún no han sido completamente exploradas o confirmadas como depósitos económicamente viables.

Este hallazgo podría abrir la puerta a una próxima fase de perforaciones, y fotalecer aun más la capacidad de producción de oro del país.

El dinamismo del sector minero ha aportado al crecimiento económico dominicano, aunque los últimos tiempos no los ha pasado del todo bien.

Las estadísticas del Banco Central dominicano han evidenciado una merma seguida en el valor agregado de la minería por varios años, con declives de consideración. Bajó en el período comprendido entre 2020 y 2023, al registrar su valor agregado variaciones de -12.5%, -0.7%, -7.2% y -14.5%. La explotación de minas y canteras cerró el año 2024 en -5.2%, de acuerdo con datos del Banco Central.

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