La Terminal de Autobuses del Este fue una obra construida con un costo superior a los 700 millones de pesos y según las autoridades su objetivo era evitar la entrada de autobuses al Distrito Nacional.
La controversial obra es parte de un conjunto de cinco terminales que el Gobierno se había propuesto construir en las entradas del Distrito Nacional como forma de reducir los tapones.
Es un edificio de dos niveles que daría servicios a 22 rutas de autobuses de la región Este y en el que participarían tres corredores de rutas urbanas.