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El presidente del Consejo Unificado de las Empresas Distribuidoras de Electricidad (CUED), Celso Marranzini, aseguró ayer que, aunque la República Dominicana ha avanzado en el sistema de generación eléctrica con plantas eficientes y modernas y suficiente energía, la distribución sigue siendo el principal desafío.
En la entrevista Especial de elCaribe y CDN, destacó que la estabilidad de las deudas de las distribuidoras es un progreso significativo, aunque reconoció que aún persisten problemas operacionales y financieros que deben ser atendidos.
Marranzini recordó que, pese a las mejoras en el sector, alrededor de 800 mil clientes no pagan el servicio eléctrico, lo que afecta la sostenibilidad del sistema. Además, enfatizó la necesidad de continuar con la instalación de medidores y la adquisición de transformadores de distribución, así como con los esfuerzos para ordenar el cableado eléctrico en áreas urbanas. También resaltó que la Central Termoeléctrica Punta Catalina, en la que ostenta la vicepresidencia del Consejo de Administración, está en óptimas condiciones operativas y no se le debe dinero a ningún suplidor.
Resaltó en la entrevista que la Empresa de Transmisión está haciendo ampliaciones importantes. A partir de la experiencia que posee, dijo que si se compara el sistema de distribución del año 1996, con lo que es el sistema de distribución hoy, ha habido avances importantes. Aseguró que cada uno de los que han pasado en su momento “por ahí”, en referencia a la antigua Corporación Dominicana de Electricidad -CDE-, y lo que fue luego la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales –CDEEE-) ha hecho su esfuerzo.
A Celso se le preguntó a qué nivel se encuentran actualmente los gastos operacionales de las distribuidoras de electricidad en relación con sus ingresos. Su respuesta es que todavía hay deudas y que las empresas van en línea con lo que es el presupuesto.
“Y si tú me preguntas si yo estoy contento, yo nunca lo voy a estar, pero por lo menos se han estabilizado las deudas, no han aumentado. Ustedes saben que había un problema de medidores; ya eso se subsanó, ya hay medidores. Por ejemplo, Edeeste el año pasado instaló unos 48 mil y de enero a abril se instalaron 167 mil. El caso de los medidores de las otras no era tan grave, pero también había una situación.
Nosotros tenemos serios problemas con los transformadores de distribución, por eso ustedes ven a veces sectores que se quejan. Ya están llegando y se hicieron las compras en enero. Ahora tenemos una noticia muy positiva, que hay una empresa muy buena que empieza a fabricar. Ahora llega una cantidad importante y se está pidiendo otra adicional, para acabar”, expuso.
En otra parte del diálogo se comentó el hecho de que hace un tiempo desde el gobierno se ha anunciado que se aprovecharán los túneles del sistema de drenaje de la ciudad para soterrar el cableado eléctrico. Por ejemplo, se ha hecho esto en las redes de distribución en la Ciudad Colonial de Santo Domingo. Además del embellecimiento del entorno, el descenso de las líneas de distribución se traducirá en un aumento de la calidad y estabilidad del suministro de energía y de los servicios de telecomunicaciones en la zona, un impacto ambiental positivo, que no solo eliminará la contaminación visual sino el peligro que representan las conexiones eléctricas fraudulentas o precarias. “El trabajo que se ha realizado en la Zona Colonial es importantísimo”.
“Con respecto a muchos cables que se ven colgando en la ciudad, en gran medida no se trata de cables del servicio eléctrico, sino de las telefónicas, por tanto, tenemos que trabajar con mucho cuidado para no afectar un cable de esos. Los estamos arreglando, y si ustedes toman alguna de las avenidas verán que se han organizado y tenemos brigadas preparadas para organizarlos, aunque no los quitemos”, sostuvo.
Cuidado con espantar los capitales
¿Qué impacto tiene la alta tasa de pérdidas energéticas en la capacidad de atraer inversiones extranjeras en el sector de generación? Pregunta elCaribe al entrevistado. “Mira, nadie cree que las empresas son buena paga, porque las empresas se atrasan con los pagos. El sueño nuestro, en la CUED, es que en tres meses, por lo menos sepamos lo que debemos, porque muchas veces no sabemos (…). Pero la deuda con los generadores está clara. No se les debe dinero. A los suplidores sí se les debe y llevar eso, no lo podemos hacer de la noche a la mañana. Queremos llevar eso a que si el suplidor me da treinta días, que sean esos treinta, y si me da sesenta días, que sean esos (…)”, apuntó. Se refiere al plazo otorgado por el suplidor para que se le pague.
Celso Marranzini tiene claro que en la medida que se pague mejor, el crédito que se consiga será más amplio y se logra a la vez un precio mejor. El funcionario tiene previsto publicar mensualmente los estados de las distribuidoras, que en el pasado no se hacía.
¿Se han evaluado los contratos suscritos por las distribuidoras, especialmente aquellos relacionados con la compra de flotillas de vehículos, antes que usted asumiera en el Consejo Unificado de las Empresas Distribuidoras de Electricidad y que se abandonaban rápidamente?
“Bueno, en el caso de Edesur, se quería seguir alquilando vehículos, pero todo eso se está controlando a partir de nuestra designación en el Consejo. Son muchas las cosas que tenemos que organizar, tantas que ustedes no se imaginan”, respondió. El CUED fue creado en agosto de 2020, año en el que Luis Abinader asumió la presidencia de la República (primer mandato). Por él pasaron varios presidentes antes que Celso Marranzini (designado en enero de este 2024).
La creación fue parte del proceso de disolución de la CDEEE, así como de los consejos de administración de Edenorte, Edesur y Edeeste, de forma que un solo órgano se encargue de sus operaciones. El consejo llegó a tener 90 personas, dijo Celso Marranzini; actualmente se maneja con cinco personas. Antes ocupaba un edificio de dos pisos, actualmente hace el trabajo en un piso.
De larga experiencia en el ámbito empresarial, Marranzini tiene claro que la falta de inversión constante es un factor que pesa al momento de evaluar lo que ha estado ocurriendo en el ramo eléctrico del país, especialmente en la parte de distribución. “Naturalmente, se ha invertido, si no no tuviéramos lo que tenemos hoy. Pero nos referimos a una inversión que termine con las redes, que termine con las subestaciones que están sobrecargadas, que termine el alumbrado y por supuesto la parte de control, que de alguna forma se perdió. Hay muchos usuarios directos y usuarios que sin estar directos, se la buscan”, apuntó.
Explicó que ese es el trabajo que toca en estos cuatro años (de gobierno). “Lo primero es que hay dinero para la inversión, dinero que nunca había. Está muy claro que tenemos 300 millones de dólares por año para invertir, aparte de los fondos y los multilaterales, que son 650 millones. ¿Que vamos a invertir 300 millones de dólares en el año 2024? No. Ustedes saben que los procesos de compra se toman su tiempo y que hay que hacer licitación y hay materiales que toman tres y cuatro meses de ser fabricados, pero ya nosotros terminamos en este mes y el que viene, de dos presupuestos para el año venidero, y las distribuidoras saldrán a comprar todo lo que necesitan antes de final de año, cosa que durante el año que viene no haya necesidad de nada”, apuntó.
Hay un proceso que venía de 2023, de subestaciones, que es uno de los problemas graves que se está pasando ahora, según expuso Celso Marranzini.
Informó que en Edenore, para el mes de diciembre quedará una sola subestación con sobrecarga (la de Bonao), mientras que la situación de Edeeste y Edesur es un poco más complicada. En el caso de la primera, tenía 41 subestaciones con sobrecarga y para diciembre o enero tendrá la mitad. Edesur va por el mismo camino. Garantizó que el tema de apagones en Azua, Neiba y Barahona se resolverá, porque se colocó una subestación nueva que permitirá eso.
Las plantas, el carbón y pagos
Sobre la Central Termoeléctrica Punta Catalina (Compuesta por dos plantas a carbón, ubicada en Peravia), Celso Marranzini aseguró que esa empresa es manejada con todas las de la ley y no se le debe dinero a nadie. “Ustedes entran a ella y creen que están en una empresa privada. Allí está todo ordenado, tenemos crédito con el carbón (…). Incluso, hemos llegado a acuerdos con clientes que nos dan treinta días.
La CTPC es una empresa bien manejada
Sobre la Central Termoeléctrica Punta Catalina (Compuesta por dos plantas o unidades a carbón, ubicada en la provincia Peravia), Celso Marranzini aseguró que esa empresa es manejada con todas las de la ley y no se le debe dinero a nadie. “Ustedes entran a ella y creen que están en una empresa privada. Allí está todo ordenado, tenemos crédito con el carbón (…). Incluso, hemos llegado a acuerdos con clientes que nos dan treinta días.
Actualmente en Punta Catalina hay dos proyectos interesantes. Uno es una planta solar de 41 megas y el otro es –una vez salga la resolución de la Superintendencia de Electricidad- sobre cómo se van a manejar las baterías (un banco de baterías de 200 megas). “Eso es interesantísimo, porque nosotros estaríamos cargando la energía en banco en la mañana y la estaríamos vendiendo en la noche”, explicó Marranzini en el encuentro.
El tema de las cenizas que genera Punta Catalina se está manejando muy bien y se están vendiendo –al corte actual- casi 200 mil toneladas. A las concreteras que se les vende, se les gana cinco o diez dólares por tonelada, de acuerdo con los números que citó el funcionario.