En la población dominicana existe un prejuicio sobre los funcionarios públicos. Algunos sectores de opinión han vendido la idea de que todos los hombres y mujeres que son parte de alguna función del estado, están aprovechándose de sus puestos y son deshonestos. Sin embargo, es todo lo contrario. La gran mayoría de los funcionarios de todos los gobiernos que hemos tenido en las últimas décadas, son honestos, son buenos gerentes y personas entregadas al servicio de los demás. Los deshonestos y corruptos, son los menos.
Y más aún, existen funcionarios que se destacan ampliamente por su honestidad, su nivel profesional y su capacidad de servir y de ayudar a la población y todos sus empleados. Un ejemplo palpable de ese tipo de funcionario lo es Yuri Rodríguez, quien hasta el pasado jueves fue Director General del Instituto Nacional de Bienestar Magisterial (Inabima).
Yuri es un extraordinario ejemplo de buen funcionario. Durante seis años dirigió Inabima, una institución que se encarga de trabajar en la seguridad social y elevación de la calidad de vida de los profesores activos, jubilados y pensionados, y lo hizo de una forma sencillamente magistral. Logro sanear, fortalecer e institucionalizar a Inabima. Esa institución maneja miles de millones pesos anuales y nunca hubo un solo escándalo ni una denuncia de que se hiciera algo irregular. Por el contrario, durante su gestión Yuri entregó centenares de millones de pesos que les correspondían a los maestros jubilados y pensionados, sin ninguna queja de nadie.
Yuri fue un permanente concertador y conciliador en su ejercicio al frente de Inabima. La muestra más clara es que nunca tuvo un conflicto con la Asociación Dominicana de Profesores (ADP), el sindicato histórico de los maestros, el cual siempre está en actitud de combate frente a todos los funcionarios que maltratan al sector magisterial. Y es que Yuri no podía fallar en ese aspecto, por lo que aprendió en su formación hogareña y por su historial como militante político y social. En su hogar recibió una formación llena de justicia y de sentido solidario por parte de su madre Lidia Santos y de su padre Fernando Rodríguez, Papito, un líder social y político lleno de decoro y dignidad.
Yuri fue, y es, un ejemplo como funcionario. Un hombre íntegro, honesto, solidario, humilde, un profesional a carta cabal y un conocedor como nadie de cómo funciona el estado dominicano. Y es un fiel seguidor de Jesús, a quien tiene como su Señor y Salvador.
La Biblia dice en Gálatas 6:7 que cada quien cosecha lo que siembra. Y en Yuri eso se cumplió totalmente. El pasado jueves 15 de octubre, cuando entregó su cargo al nuevo director, justo al salir de su despacho para retirarse del local de Inabima, se encontró con uno de los más hermosos homenajes que se le puede hacer a un funcionario saliente. De forma sorpresiva para Yuri, todos los empleados se colocaron en fila ordenada desde el segundo piso hasta la salida y mantuvieron un aplauso permanente al jefe saliente, al líder, al amigo solidario que terminaba su función con la satisfacción del deber cumplido y el amor de los que había dirigido. Fue un momento sencillamente hermoso, emocionante e inolvidable.
Yuri, paqui querido, hermano, amigo, compañero de militancia revolucionaria y de nueva vida en Jesús, cuñado ejemplar y digno hijo de Papito y Mami Lidia, estás cosechando todo lo que has sembrado. Y te aseguro que en este tiempo, el Señor abrirá muchas nuevas puertas de oportunidades para ti. Dios te bendiga….