Las personas generalmente entienden la importancia de la imagen que se proyecta a los demás con su participación en la sociedad, comportamiento, estilo de vida, vestimenta, cuidado personal, quehacer laboral y muchos otros detalles. Pero no siempre asumen que eso mismo ocurre con los países, y los beneficios que estos obtienen abonando su prestigio con una participación internacional destacada.
Esta semana se reunieron en Santo Domingo los ministros de Turismo de los países centroamericanos y República Dominicana. Forman el Consejo Centroamericano de Turismo (CCT), el núcleo de turismo del Sistema de Integración Centroamericano (SICA) del cual somos miembro. En esta reunión asumimos por seis meses la presidencia rotativa del CCT.
Nuestro país tiene la presidencia rotativa de la Cumbre Iberoamericana, que suma a toda Latinoamérica, España y Portugal. La semana próxima se reunirán aquí los ministros de Medio Ambiente de Iberoamérica, en la continuación de los preparativos para la Cumbre Iberoamericana prevista para el 2023, que se celebrará aquí. Ya se han celebrado varias reuniones ministeriales y en los próximos meses se realizarán otras.
Con Panamá y Costa Rica hemos creado la Alianza para el Desarrollo en Democracia, una instancia de colaboración sin las ataduras burocráticas y complejidades diplomáticas que limitan los pactos y organizaciones internacionales. Esta alianza ha tenido un gran impacto y ya es señalada como un ejemplo a seguir por países que quieran coordinar y sumar acciones gubernamentales y del sector privado.
Ese activismo internacional demanda recursos y consume tiempo y esfuerzos, pero está demostrando que es una muy buena y productiva inversión pensando en la necesidad que tiene un país turístico como el nuestro de proyectarse internacionalmente y mantener una imagen atractiva, como complemento de sus riquezas naturales y culturales.
Es un tema interesante e importante, y es necesario explicárselo al país. El turismo es un ejemplo aleccionador de lo que ocurre cuando la sociedad no asume plenamente los procesos, porque no los conoce, no los entiende y nadie se ocupa de explicarlos.
La actitud de rechazo de algunos sectores al desarrollo turístico comenzó a cambiar cuando la Asociación de Hoteles y Turismo de la República Dominicana (ASONAHORES) comprendió que era necesario acelerar el proceso de validación social de este sector, que al cierre de los años ochenta era sólo una promesa. Se armó una campaña con el eslogan “el turismo somos todos”, cuyo objetivo era explicar con información bien seleccionada, cómo esta actividad estaba presente e impactaba positivamente casi todos los sectores económicos, y ya demandaba parte importante de la producción de las diferentes regiones.
En este momento es vital seguir proyectando una imagen internacional positiva, y mostrar, como dijo el ministro de Relaciones Exteriores, Roberto Álvarez, que el “turismo es una vía para el desarrollo sostenible, inclusivo”, y “lograr que la región SICA se posicione a nivel global como una de las zonas turísticas más atractivas del mundo”. Eduquemos al país sobre la importancia económica de la imagen internacional.