El PLD tiene, entre sus dirigentes, a uno -de recia formación bochista- con cabeza propia a la hora de elaborar ideas y conceptualizar. Se trata de un dirigente, ya figura, de trayectoria partidaria bien reconocida; pero, sobre todo, partero de una teoría o ingeniosa sociología política que, por la actualidad y realidad política-fáctica que encierra, nos aventuramos a exponerla porque revela una dinámica sociopolítica cuasi irrebatible.
El referido análisis o teoría, bien debería ser rosario -o abc- de todo el que tenga aspiraciones presidenciales en el PLD, amén de que, cual don Quijote de la Mancha, se empecine en confundir molinos de vientos con nubes de algodón. O que, conscientemente quiera hacer, en todo su derecho, la ruta mapa-país de su proyecto presidencial. Para mejor ilustración de la referida teoría, desglosémosla pues.
Primero, tal teoría nace de una profunda observación-vivencia; y por supuesto de una trayectoria partidaria de vieja data. En otras palabras, que no hay margen para especulaciones falsas o retorcimientos de conveniencias tendenciosas, pues, en la opinión de su autor, en el PLD las simpatías e identificaciones, con tal o cual aspirante o líder, no son, en un porciento considerable, mecánicamente transferibles, sino que el fenómeno se expresa en una suerte de sociología política cuyo referente definitorio es la descodificación del que se perfila, en una coyuntura específica, con garantía potable de acceder al poder –o garantizar su retención- por liderazgo y posicionamiento electoral contrastable.
A partir de esa dinámica sociopolítica, su autor, ha articulado toda una teoría para explicar una compleja clasificación o, nomenclatura-estratificación que tipifica el comportamiento político interno de los peledeístas, y que tiene las siguientes -por demás, sui géneris- caracterizaciones u categorías: a) los soft (o suaves), b) los hard (o duros); y c) los pétreos (o inmutables).
Valdría ahora explicar cómo se expresa –porcentualmente- esa dinámica o fenómeno de correlación de fuerzas y simpatía coyuntural-interna en el PLD. Sencillo: el peledeísta soft (o suaves) se mueve, dentro de de su partido, con mucha facilidad de un candidato a otro, con el agregado significativo que conforma un 70% de su membresía. Los peledeístas hard (o duros) son aquellos que tienen compromiso con un determinado candidato o líder y son fieles a su partido, el porcentaje de estos oscila entre un 20% o 25% (sin embargo, hay quien cree que los hard, en realidad, son un híbrido-mezcla: soft-hard). Y finamente, están los pétreos (los inmutables o, de piedra).
Entonces, innegable que existe esta teoría. Obviarla o ignorarla, no la borra; pero tampoco, la hace infalible. ¡Qué bueno!