¡Hola, distinguidos lectores de elCaribe! El otro día recibí un enlace que me redirigió a una publicación que invitaba a poner en práctica el conocimiento sobre el uso del punto y coma, que suele confundir muchísimo si no refrescamos sobre las normas gramaticales que competen a este.
El escrito empezaba con una pregunta: ¿Cuántas personas son?, seguida de un párrafo que dejaba abiertamente al lector responder, con base en sus conocimientos gramaticales, la cifra exacta. La dinámica contemplaba una estrategia que podía confundir, por lo que quise replicarlo en esta entrega de “Periodismo y Gramática” para que aprendamos al respecto.
Veamos la dinámica a continuación:
¿Cuántas personas son?
En la reunión estuvieron Yohaira, mi hermana; Juan Emilio, mi sobrino; Andrés, el vecino; Marielka, mi prima, y yo.
A la hora de leer esta dinámica recibiremos distintas cifras de los asistentes a la reunión y pocos dirán con exactitud la cantidad exacta de acuerdo con la regla gramatical que establece las pautas del uso del punto y coma.
Sé que muchos pensaron que en el párrafo del ejercicio se indica que a la reunión asistieron 9 personas porque le sumaron la característica de cada invitado, al desconocer que el punto y coma en este caso indica que cada nombre tiene un parentesco al lado y este no se contabiliza.
En realidad, la respuesta correcta es que a dicha reunión asistieron cinco personas. Vamos a estructurarlo de otra manera en donde no tengamos que colocar el punto y coma para que lo entiendan.
¿Cuántas personas son?
En la reunión estuvieron mi hermana, mi sobrino, el vecino, mi prima y yo.
A cada una de estas personas se le colocó una característica o parentesco que debe estar separado por un punto y coma, porque estamos extendiendo algo sobre la persona mencionada, no estamos hablando de alguien más.
Lo mismo pasa cuando le colocamos un cargo o título a alguien y mencionamos otras personas a las que también debemos identificar. Pues pasa que, cada persona y su respectiva característica, debe ser separada por punto y coma.
Finalmente, queda decir que fue divertido interactuar con otras personas sobre este ejercicio gramatical, porque muchos se equivocaban, pero fue más gratificante poder explicarle por qué la característica no contaba como una persona más, así se fueron con un aprendizaje más sobre el uso del punto y coma.
¡Gracias por leerme!
