La Universidad Autónoma de Santo Domingo-UASD-, en la fisonomía que la caracteriza, es un importante logro de las luchas democráticas en la República Dominicana y de lo que fue la Reforma Universitaria.
Aun así, se entiende que no se aprovecha plenamente su potencialidad y que de alguna manera se encuentra muy por debajo de todo el gran aporte que puede hacer al desarrollo del país.
Cuando la UASD logra la autonomía y el fuero universitario el 31 de diciembre de 1961 era entonces la única institución de educación superior, con una matrícula de 3 mil 729 estudiantes; en la actualidad la UASD supera los 206 mil estudiantes; pero aun así hoy la UASD no es la que tiene todas y todos los estudiantes universitarios del país como en el 1961 y menos aún la mayoría.
En la actualidad es sólo el 40% de la matrícula del nivel universitario, para una población total aproximada de 506 mil estudiantes.
Las cifras anteriores indican un profundo cambio en la realidad de los estudios universitarios y el lugar que actualmente tiene la UASD. A lo anterior se agrega, además, que desde el gobierno central se otorgan becas a los estudiantes universitarios de escasos recursos quienes pueden optar por cualquier institución universitaria, lo que indica al mismo tiempo que siendo una universidad estatal no tiene el protagonismo o la exclusividad del Estado.
Lo dicho más que una debilidad para la UASD o una amenaza, puede ser asumido como una gran oportunidad. Eso así por cuanto se ha dicho hace mucho que la función universitaria no se limita o restringe sólo a la docencia. Ya que además le corresponde- así está establecido en su Estatuto Orgánico- la investigación y la extensión.
Si bien la docencia sigue siendo una actividad muy importante y respecto a la cual la UASD ha de seguir avanzando, la realidad es que existen para todas las instituciones universitarias, muy serios cuestionamientos sobre la calidad, la pertinencia de las carreras que ofrecen, la inserción real de sus egresados en el mercado del trabajo o su cualificación; así como la propia dinámica de la docencia, en un mundo en el cual las Tecnologías de Información y Comunicación-TIC- implican un cambio radical del proceso de aprendizaje a todos los niveles.
Las próximas elecciones de la UASD representan una gran oportunidad para que junto a la programación del período a que se restringe el mandato de sus próximas autoridades (2022-2026) enfocar desde ya lo que ha de ser esa nueva UASD, en una perspectiva de largo plazo 2022-2042.
Nueva UASD, mejor país.