El próximo 13 de agosto se cumplen 16 años de la puesta en vigencia de la Ley 139-01 de Educación Superior, Ciencia y Tecnología, periodo en el que la República Dominicana ha logrado avances importantes en la calidad, la investigación científica en el fortalecimiento institucional y el crecimiento de la matrícula universitaria.
Hoy en día podemos afirmar que el sistema se ha consolidado, no obstante el tema de la calidad sigue siendo una materia pendiente en la región y, por tanto, en República Dominicana. Hay que precisar que la calidad es un propósito en construcción permanente en una sociedad en la cual el cambio está presente en cada acción que se emprende hacia el logro de una educación que responda a las demandas del presente y del futuro.
Como ejemplo de ese esfuerzo colectivo, diferentes actores y sectores de la sociedad dominicana hemos ido construyendo espacios, elaborando planes y proyectos, firmando acuerdos y aprobando legislaciones que garanticen la construcción de una educación superior cada vez de mayor calidad.
En el 2008 aprobamos tres Planes Decenales (2008/2018): el del Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología, el del Ministerio de Educación y del Instituto Nacional de Formación Técnico Profesional. En el caso del MESCYT, además del Plan Decenal de Educación Superior, se elaboró también, el de Ciencia Tecnología e Innovación para de esa manera completar los dos ámbitos de acción del Ministerio. Estos planes fueron orientados por las tendencias que en ese momento marcaban el camino a seguir para lograr fortalecer el sector educativo.
Mientras que en el 2010 fue promulgada una nueva Constitución de la República, la cual establece en el artículo 63, el derecho a la educación. Precisa que el Estado debe velar por la calidad de la educación superior y financiará los centros y universidades públicos, de conformidad con lo que establezca la ley y que definirá políticas para promover e incentivar la investigación, la ciencia, la tecnología y la innovación que favorezcan el desarrollo sostenible, el bienestar humano, la competitividad, el fortalecimiento institucional y la preservación del medio ambiente, para lo cual apoyará a las empresas e instituciones privadas que inviertan a esos fines.
Actualmente está en ejecución la Estrategia Nacional de Desarrollo 2030, que incluye entre sus contenidos consolidar un sistema de educación superior de calidad, que responda a las necesidades del desarrollo de la Nación; actualizar el currículo de la educación superior para alcanzar estándares internacionales de calidad; establecer un sistema nacional de acreditación de profesores y carrera académica y crear una masa crítica de docentes-investigadores por medio de la formación de maestros y doctores en universidades de reconocida calidad mundial y la atracción de profesionales de alto nivel residentes en el exterior, con criterio de igualdad de oportunidades.
Plantea la necesidad de establecer un sistema nacional de acreditación de instituciones de educación superior, para asegurar un crecimiento ordenado y eficiente de la oferta de educación superior y garantizar su calidad, y promover la certificación de las competencias profesionales de los egresados de educación superior, entre otros aspectos.
Otra estrategia que se ejecuta en el país, en procura de lograr una educación de calidad, es el Pacto Nacional para la Reforma Educativa de República Dominicana, aprobada y firmada en el 2014 con la participación de los principales actores del sistema educativo dominicano, instituciones del gobierno central, el Consejo Económico y Social, partidos políticos, entre otros, con la presencia de expertos e invitados especiales en calidad de testigos, convocados por el señor Presidente de la República, Danilo Medina Sánchez.
También como país hemos firmado diversos tratados, convenios y acuerdos en esta materia.
Como podemos apreciar, en nuestro país contamos con un marco legal y de planificación adecuado y pertinente para lograr que el Sistema de Educación Superior responda eficazmente a las demandas del presente y del futuro.
El desafío consiste en continuar aunando esfuerzos para hacer realidad los compromisos asumidos, tanto a nivel nacional como internacional.