Como cada año, nuestro país desde junio hasta noviembre se encuentra expuesto a ser afectado por los huracanes que afectan nuestra área geográfica.
Los organismos encargados de prevenir los daños asociados con estos fenómenos naturales se organizan alrededor del Centro de Operaciones de Emergencias (COE), que cada año actúan con más eficiencia y coordinación.
Desgraciadamente, en el aspecto político no existe un COE y además las campañas no duran unos meses, sino que, violando la ley electoral, las mismas son de cuatro años.
Cada vez más costosas. Las del 2020, su presupuesto es mayor que el de cualquier ministerio, en un país donde hacen falta medicamentos, viviendas, atenciones a envejecientes, promoción de empleo a jóvenes, la lista puede ser interminable.
Esta campaña electoral, especialmente, ha sido preocupante para el país. Nos recuerda la época del Partido Revolucionario Dominicano, donde su dirigencia no podía ponerse de acuerdo y terminaron con el bochornoso espectáculo del Hotel Concorde, en una lucha donde cada cual tomó una silla y luchó contra el que más cerca tenía, con su silla también.
Esta lucha se ha expandido a todos los partidos, mayoritarios y a los que llamo en vías de desarrollo. Estos últimos nunca se pueden poner de acuerdo, todos quieren ser presidentes y ninguno es capaz de obtener en las votaciones más de un 2%.
Hemos visto con satisfacción, cómo Alianza País y Opción Democrática se han fusionado en un solo partido.
Un excelente ejemplo para los demás, que debían hacer lo mismo para reunir una fuerza que no sólo evitaría bajo la nueva ley electoral que desaparezcan, sino poder tener mayor influencia en las decisiones políticas del país y constituir un bloque de oposición tan necesario.
El Partido de la Liberación Dominicana hasta hace poco tiempo nos tenía acostumbrados a que sus diferencias se dirimían a lo interno, pero parece que su alianza con el PRD los ha enseñado, a no llegar al extremo de las sillas, pero sí a insultos y descalificaciones, atípicas en sus dirigentes.
El panorama político de alguna forma se despejó algo con el anuncio del presidente Medina, que no optaría por un tercer mandato, con lo que sería necesario modificar de nuevo la Constitución. Esto ha soltado los caballos que estaban en la gatera con apetencias y expresiones que no se corresponden a un sistema democrático.
Incluso, se ha llegado a criticar que un grupo de empresarios visitaran al mandatario para agradecer el apoyo, que sin duda ha dado al sector y que demuestra que las relaciones entre los gobiernos y los empresarios tienen siempre que ser armónicas. Entre el grupo se coló uno que no sabía era empresario, es más bien la enciclopedia humana del sector económico, pero sin duda ésta es la democracia.
Nos quedan días tensos por vivir y dentro de un esquema geopolítico complicado como es el de Venezuela, Nicaragua, Salvador, Puerto Rico, nosotros tenemos que ser la diferencia y mantener con sus defectos la democracia que hemos vivido por años y que nos ha permitido ser ejemplo de crecimiento de la región.
Pero, en estos días hemos oído cosas, como un candidato decir que sólo debían optar por el partido oficial los candidatos de la región norte, sólo el desconocimiento de un régimen democrático permite una barbaridad como esa. Esto limitaría a sólo tres los candidatos y el proponente que exhibió importantes recursos en la campaña de un hijo al congreso, es de imaginarse que dentro de sus desvaríos mentales, entiende que esta forma desquiciada le proporcionaría más que una ventaja de popularidad, una de tipo económico.
Por otro lado, las posiciones del Secretario General del PLD, Reynaldo Pared, han sido mesuradas, típicas de su gran experiencia política, donde dice que todos deben tener la misma oportunidad y que ciertos acuerdos arribados en años atrás deben ser respetados.
El Partido Reformista Social Cristiano nada de sorprender con sus posiciones. Proponen una reforma constitucional con once puntos, sin especificar cuáles serían. Estoy seguro de que uno de ellos es mantenerles una cuota importante del presupuesto, sin importar el porcentaje de votación en las próximas elecciones. Este partido murió con su líder y aun cuando tiene dirigentes muy claros que han servido al país, dejaron de ser opción de poder para ser bisagras del que más pueda ofrecerle.
El Partido Revolucionario Moderno no está exento de rebatiñas. La importaron de lo que fue su casa matriz, que incide de alguna forma en esa inestabilidad. Hipólito Mejía asegura será el candidato luego de la inscripción de nuevos miembros y las primarias, siendo del tipo cerradas, ganará la candidatura frente a Luis Abinader, quien aparece puntero en todas las encuestas.
Cuánto me gustaría ver a Hipólito Mejía siendo un árbitro de la política y no de nuevo un contendor, sería un aporte histórico, no sólo a su partido y a las nuevas generaciones sino para todo el país.
Como el COE no tiene injerencia política, esperamos que la Junta Central Electoral sepa jugar su papel imparcial y eficiente en unas elecciones complicadas y costosas y que del huracán electoral que parecería avecinarse, salgamos de nuevo triunfantes, con una democracia y dirigencia política consciente de que tenemos muchos retos por delante y sólo juntos podemos lograrlo.