¡Hola, asiduos lectores de elCaribe! No sé si a ustedes les inquieta saber si las expresiones “te lo prometo” y “te lo juro” se pueden utilizar para el mismo contexto, debido a que en algunas regiones ambas frases se pueden utilizar con el mismo fin.

La duda me ha retumbado desde hace tiempo, desde aquella época en la que viví poco más de un año en Aruba. Allí tenía una amiga de origen mexicano que me decía siempre: “Te lo prometo Adelaida que es así”. En ese momento no la corregía porque al ver las películas y novelas mexicanas solía escuchar la misma frase en alusión a un juramento. Solo me decía a mí misma: ¡Pero es que prometer y jurar no es lo mismo!

Por ejemplo, aquí en República Dominicana utilizamos “te lo juro”, cuando queremos dar garantía y certeza de lo que hablamos en ese momento, pero “te lo prometo”, lo utilizamos para asumir un compromiso, ya sea en el presente o a futuro.

La “profemonica”, por ejemplo, educadora a la que sigo en Instagram por su forma acertada de enseñar ortografía, nos dice que si usted promete algo es porque está poniendo una garantía sobre algo que aún no ha pasado. Mientras que si la acción ya pasó y quiere asegurar que sí, ya en ese caso sería “te lo juro” o “te lo aseguro”.

Navegando para indagar al respecto encontré el blog titulado “urielmania”, donde el autor de nombre “Uriel”, de origen mexicano, nos dice que el uso de estas dos frases queda más claro cuando se ve la forma en que se utilizan.

“Primero, tenemos que ‘te lo juro’ lo usamos directamente como simbolismo de pacto, ya sea para decir la verdad o para hacer algo que, si no se cumple, se puede castigar socialmente y ‘te lo prometo’ casi siempre se usa de un modo indirecto, cosas como: ‘Mañana vamos al parque, te llamo cuando salga’”.
En el escrito el autor del blog señala que para él es más fuerte decir “te lo prometo” que “te lo juro”, pensando que el primero es más personal que el segundo.

Ahora bien, veamos los significados de ambos términos por separado. “Jurar”, según el concepto recogido por la RAE, significa “afirmar o negar algo, poniendo por testigo a Dios” para garantizar el cumplimiento de un compromiso. Mientras que “prometer”, en cambio, significa “obligarse a hacer, decir o dar algo”. Como podemos apreciar, aunque en la práctica sea la misma acción que jurar, implica la adquisición del compromiso personal sin poner a nadie de testigo. ¡Saque usted sus conclusiones!
¡Gracias por leerme!

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