Luis Abinader dice que garantiza la separación de los poderes públicos, pero tuvo un desliz al conminar al Poder Legislativo a que agilice los trabajos pendientes. Abinader tiene urgencia de agendar la reforma constitucional pero el Congreso está atrasado, ni siquiera ha adecuado más de 100 leyes de la Constitución del 2010. No hay tiempo, pero Abinader tiene entusiasmo. Y no toma en cuenta la agenda de cada legislador. El mismo Tribunal Constitucional ha emplazado al Congreso para que apruebe las leyes que la misma Constitución ordena luego de once años, lo que significa que lo urgente es adecuar y crear las leyes que manda la Carta Magna, no modificarla.