A la vuelta de la esquina están las elecciones presidenciales y congresuales de mayo, exactamente faltan 48 días para que los dominicanos que suman un total de 8.1 millones de electores divididos en 7.2 millones a nivel local y 863,785 a nivel internacional acudan a las urnas.
La pregunta que muchos se hacen, incluso los propios candidatos, vuelve a la mente de todos en estos días, ¿están los ciudadanos motivados para ejercer el sufragio?
La respuesta también la conoce el elector que tiene no sólo un derecho sino un deber de ejercer el voto, tal y como lo estipula la constitución dominicana y la propia Ley orgánica electoral, 20-23, que ha bajado la marcha y con ello prefiere mirar para otro lado, antes de enfrentar la realidad que le toca.
El ejercicio político, a medida que pasan los años, procesos y torneos electorales pierde esa luz que permitió por años mantener el interés de los empadronados, y en reiterados momentos, los expertos han señalado las causas una y otra vez. Ahora lo que falta es asumir y trabajar en las consecuencias que ha traído este ejercicio político irresponsable, cuestionable y deficiente. El mismo que ha provocado que cada vez suben más los números de los que se abstienen y prefieren dejar que las cosas sucedan sin ellos ser parte o poner su granito de arena. No les interesa aprovechar ese derecho de ir a las urnas cada cuatro años y votar por “el menos malo”.
Es sobre esa apatía política y electoral sobre la que los candidatos de todos los partidos deben luchar, aunque parezca que no tiene sentido, no pueden tirar la toalla, aunque se les acaba el tiempo.
Hay que seguir insistiendo, y provocar que el próximo 19 de mayo sean menos los que se queden de brazos cruzados en sus casas, mirando al techo.
Ya lo ha dicho el propio Román Jáquez, presidente del pleno de la Junta Central Electoral (JCE), en medio de unas reuniones de trabajo que lo llevaron a varias ciudades de Europa, como Madrid, Barcelona y Valencia, entre muchas otras: “De nada sirve tener ese poder si no se ejerce. Hay que votar. Antes eran unos 500,000 y ahora son 863,000 dominicanas y dominicanos que tienen ese derecho”, comentó el magistrado al momento de poner a razonar a los presentes sobre la trascendencia del poder elegir a quienes nos gobiernan.