Aplaudimos la decisión para alejar el sargazo de nuestras playas que ha tomado el Gobierno dominicano en conjunto con empresarios hoteleros y de otros sectores, que incluye una inversión inicial de un millón de dólares en estudios científicos necesarios para buscar una solución definitiva y a bajos costos, que evite su acumulación en costas del territorio nacional.
Algunos tienden a apenarse cuando visitan algunas playas dominicanas invadidas por el sargazo, como me sucedió cuando en la Semana Santa pasada contemplé una de la región Este, que tiempos atrás había extasiado mi vista por su hermosura y brillantez.
Por “suerte” para República Dominicana, el sargazo también ataca playas de sus competidores en materia de turismo, como México y otros destinos de América.
En algunos de esos países toman medidas para detener su acumulación en las playas, con la colocación de mallas y constante recogida, como se hace en República Dominicana, lo cual ha resultado insuficiente para combatirlo.
No podemos permitir que el sargazo afecte a nuestro exitoso turismo, que tiene más de 82,000 habitaciones, con una proyección de aumentar a más de 92,000 en los próximos años, y más ahora que asciende de forma vertiginosa la llegada de turistas a República Dominicana, gracias al apoyo del presidente Luis Abinader y al trabajo del ministro de Turismo, David Collado.
Ya nos están visitando cada año más de 7 millones de turistas, que además de los recursos directos provistos a los hoteles y al Gobierno a través de los impuestos, contribuyen con el crecimiento de otros sectores económicos, como es, por ejemplo, la agricultura. Se espera que este año lleguen a República Dominicana 7.8 millones de visitantes.
La mayoría de los productos consumidos en los hoteles son cosechados por manos dominicanas en las fértiles tierras de nuestro país.
Mientras buscamos la solución más científica, apropiada y de menor costo para evitar la llegada del sargazo a nuestra costa, los hoteleros y otros empresarios afectados, como algunos del sector eléctrico, en coordinación con las autoridades, deben hacer los esfuerzos necesarios para mantener nuestras playas lo más limpias posible.