Una de las cosas más emocionantes del viaje de esta vida es ver y sentir la satisfacción de verte llegando a ser una versión de ti a la que nadie apostaba, tal vez ni tú mismo. Nuestras primeras enseñanzas deberían prepararnos para triunfar, compartirnos lecciones sobre desarrollo del carácter, la fuerza del temperamento o el potencial oculto del alma. Todos nacemos con grandes capacidades pero nos limitan a aprender habilidades discrepantes con nuestro potencial y destino. Pero oh maravilla. Nadie como el Espíritu Santo llevándote a la estatura soñada, bajo su entrenamiento no serás una estatua de sal ni un monumento al arte, pero él siempre logra demostrar que en sus manos, usando perseverancia, tú no serás tus límites sino un reflejo de su extravagancia, sin duda, ¡tu versión wow!