Winston Churchill dijo una vez que coraje es lo que se necesita para levantarse y hablar, pero también lo que hace falta para sentarse y escuchar. Hay frases que los hombres más valientes, los que han desafiado y vencido a los escuadrones enemigos temen escuchar, por ejemplo un ¨te lo dije¨. Ni hablar de quienes no son capaces de aceptar la confrontación pacífica y justa, se esconden en ocupaciones, en mentiras, en terceros, pero no aceptan sus errores frontalmente, no piden perdón, ni se excusan, y así pierden sus grandes conquistas, grandes amigos, amores, familia y hasta la felicidad. Tampoco van a la cruz, sienten pánico de abrir el pecho ante el Dios viviente. Quiero decirles, Dios es amor, no temor, siempre absolverá un corazón sincero.