Dicen que el lugar correcto es donde no tienes que preguntar ¿qué hora es? Pero, ¿qué tal si andas con un chaleco de ansiedades y una agenda desbordada? Dios es el lugar de reposo para quienes buscan su rostro sobre su mano. Con Dios es preferible llegar puntualmente que llegar primero, porque aprueba la diligencia sobre la competencia. Jesús estuvo de cara a un pueblo muy afanado para detenerse pero presto para apresarle, demasiado distraído para reconocerle, pero dispuesto a repudiarle, muy religioso para aceptarle, pero débil en fe para discernirle. Mientras el ocio nos sustrae millones de días y la incertidumbre miles de noches, la duda “hackea” tu mejor temporada. Sabes, el mejor momento no cabe en un reloj y el mejor lugar es donde no ves el celular .