La serenidad es un árbol cuyas raíces se alimentan en las corrientes subterráneas del pensamiento. La serenidad puede crecer sosegadamente aun en un terreno accidentado por demandas y presiones… cual palmera se erige de cara al sol contra viento y marea, deslumbrando firmeza, determinación y confianza; ella es la madre de la sobriedad, la virtud de aquellos espíritus que han sido templados en los procesos donde la seguridad es puesta a prueba tramo por tramo; Quienes la poseen exhiben la sonrisa de los conquistadores del silencio; ella es el mensaje en la mirada abarcadora de quienes estuvieron en el futuro mediante su fe; el código de los pacificadores y el asiento real de los sabios. No pierdas tu serenidad ante ninguna situación porque ese es el inicio de la solución!