Recientemente alguien me dijo “tu lo haces ver muy lindo, pero sabes que no es así, no hay que romantizar la maternidad”. En el momento, tan cortante como puedo ser a veces solo respondí: “cada quien romantiza lo que quiere, yo escogí esto”.
Luego de aquel comentario hice mi respectivo autoanálisis y me di cuenta de que el comentario vino de una persona que ni siquiera es madre, así que… ”¿que puede saber?” , me dije. Pero solo unos días después una madre me dijo lo mismo. Ahí fue verdad que hice un alto y me puse a pensar bien el asunto.
Luego de darme el chance de conversar con ellas me di cuenta que la opinión que tienen de que romatizo la maternidad está basada en que hablo casi todo el tiempo de mi hijo, de lo que hace, de lo que me gusta hacer con el, de sus avances. Igualmente en mis redes sociales hago públicos sus logros, los momentos lindos y las sonrisas que me arranca, ¿está esto mal? NO.
Ciertamente la maternidad (igualmente la paternidad), es retadora, hay momentos difíciles, agota y todo lo demás, pero eso no quiere decir que no sea romántica, que no esté llena de momentos hermosos y que no tenga días de felicidad (así tan cursi como se lee).
Solo pienso en que soy el primer amor de mi hijo, porque me convertí desde su nacimiento en su primera fuente de afecto, y me esfuerzo en que los recuerdos que tenga sobre su infancia le hagan sonreír y no ve nada de malo en compartir esa parte de mi maternidad.
Creo que toda madre sabe lo difícil que es este rol, ya sabe que nunca dormirá igual, que habrá días de llanto, que ya no vivirá para sí misma, entonces, ¿por qué tengo que pasarme la vida gritando eso ante la gente? He optado (y continuaré haciéndolo), por compartir y dar más visibilidad a lo HERMOSA que es la maternidad (porque si lo es).
Hy en dia el “mostrar la maternidad real”, estaa de moda, y en ese ejercicio se ven cosas en las redes sociales que le quietan las ganas a cualquiera de tener hijos (lo que por supuesto, es totalmente valido si no se quiere), pero es como decir que todo es negro y eso, tampoco es real.
Si me quieren tildar de romántica, bien, lo recibo. Pero no quiero decir que esto es perfecto, solo busco recordarme a mí misma y otras madres cada dia, lo “caoticamnete hermoso” que es este viaje.