En la historia política dominicana y en muchos países de América Latina, se producen muchas situaciones inexplicables, sorprendentes e inverosímiles. Una de esas situaciones es que, salvo honradas excepciones, los sectores progresistas cuando llegan al poder toman una serie de medidas de carácter totalmente conservador, que no encuentran explicaciones lógicas.
Por ejemplo, el PRD llegó al poder en el 1978, derrotando el gobierno conservador de Balaguer. El PRD de ese entonces era un partido progresista, dirigido por Peña Gómez y con una política internacional de avanzada. En el 1979 nos azotó el Ciclón David y provocó grandes daños. El gobierno de Cuba, encabezado por Fidel Castro, prometió enviarnos ayuda en un avión fletado. Pero el gobierno de don Antonio Guzmán, fruto de las presiones de Estados Unidos, no quiso aceptar esa ayuda.
En los gobiernos del PLD, también se produjeron acciones que no se corresponden con el carácter progresista que define a ese partido. Un ejemplo es el caso de la acción totalmente incorrecta del gobierno de Danilo Medina, de reconocer como presidente de Venezuela al peón norteamericano Juan Guaidó. Un grave error de Danilo y el PLD que choca con su historial progresista en política internacional.
En cuanto al actual gobierno del PRM hay un caso que nos soprende grandemente y nos apena, sobretodo porque el ministerio vinculado es dirigido por un hombre con un gran historial de defensa de las causas progresistas. Me refiero a la autorización de un cuadernillo para dar clases a nuestros alumnos de 6to grado, en el cual hay conceptos muy cuestionables por parte de un autor más cuestionable aún.
Ese cuadernillo dedica cuatro páginas a un artículo de Carlos Sánchez Berzaín titulado “Dictaduras usan coronavirus para sostenerse, conspirar y lucrar”, en donde acusa a los presidentes de Cuba, Venezuela y Nicaragua “de aprovechar la pandemia para fortalecer sus regímenes de facto, conspirar para derrocar democracias, lucrarse con la ayuda internacional, el tráfico de médicos esclavos e incrementar el narcotráfico”. Esa visión es incorrecta y prejuicida. Es increíble que ese irrespeto a tres naciones que tienen relaciones con República Dominicana, sea permitido que se le enseñe a nuestros estudiantes. La corriente Juan Pablo de Duarte de la ADP, al pedir que sea eliminado ese cuadernillo afirma que “el MINERD debe evitar las imposiciones carentes de rigor científico como es evidente en los indicados textos, cuyos autores actúan más como propagandistas, que como cientistas sociales que no aportan en la formación de sujetos críticos y libres de pensamiento”.
Y tienen razón, pues Sánchez Berzaín es uno de los responsables de la Masacre de Octubre del 2003 en Bolivia, cuando siendo Ministro de Defensa dio la orden para disparar a una manifestación pacífica de obreros bolivianos, provocando la muerte de casi un centenar. Por ese hecho el presidente González de Lozada y el propio Berzaín, renunciaron y salieron huyendo para Estados Unidos. Ambos fueron condenados por la justicia boliviana y norteamericana por esos crímenes.
Conozco al ministro Roberto Fulcar y me resulta difícil creer que él haya autorizado ese cuadernillo. Y si lo aprobó, tengo la esperanza de que, al conocer todo estas informaciones, dará la orden de sacarlo de una vez del pensum. Por favor, retire ese cuadernillo, ministro Fulcar.