Reforma del Estado y burocracia política

A través de los procesos de reformas que implementan los Estados, se busca modernizar y transformar la administración pública, tomando en consideración que las reformas son procesos políticos y la burocracia procesos administrativos en el marco de la administración pública.

Las reformas del Estado han sido un tema recurrente en el debate político, social y económico a lo largo de la historia. Es evidente que las del Estado suelen ser procesos complejos, pues involucran la modificación de estructuras políticas, administrativas y legales de un país.

Las reformas del Estado, en su mayoría, buscan una modernización de las estructuras de gobernanza, con el objetivo de aumentar la eficacia administrativa, fortalecer la transparencia y promover la participación ciudadana. Sin embargo, el proceso de reforma y la interacción entre los actores políticos y la burocracia presentan retos complejos.

En el caso de la República Dominicana, en el ámbito de la administración pública, el presidente Luis Abinader en el año 2024 realizó la presentación de una propuesta de reestructuración y racionalización de dicha organización. El objetivo de esta reforma es eliminar duplicidades en las instituciones públicas, para ser más eficientes, coherentes y estar más alineados con las prioridades del Gobierno.

De igual manera, es importante traer a colación el proceso de reformas que el presidente de los Estados Unidos de América, Donald Trump, ha propuesto un ambicioso programa de reforma, para eficientizar la Administración pública, para lo que creó el Departamento de Eficiencia Gubernamental, para ello, en el primer día de su mandato revoco de 78 órdenes ejecutivas emitidas por la administración del expresidente Joe Biden durante su mandato.

En este contexto, hay que señalar que las reformas del Estado se basan en principios fundamentales de la teoría política y la administración pública. Max Weber planteó que la burocracia debe ser una estructura técnica que responda a criterios de eficiencia y profesionalismo, sin embargo, en la práctica se ve influenciada por factores políticos.

En conclusión, en la teoría democrática, la burocracia debe ser un instrumento para garantizar la estabilidad y el funcionamiento eficaz del gobierno, esto implica el establecimiento de políticas públicas para mejorar la rendición de cuentas a la ciudadanía. En ese sentido, el objetivo no es reformar pura y simple, el reto es, transformar la burocracia para que sea más eficiente, transparente y alineada con los intereses públicos, sin perder su capacidad de independencia técnica.