La República Dominicana se está convirtiendo en uno de los países más atractivos para la industria cinematográfica, con el rodaje frecuente de películas y el desfile de actores de renombre del séptimo arte hollywoodense.
Innumerables son los títulos de películas filmadas en nuestro territorio, cuyos productores han escogido locaciones espectaculares que denotan la belleza de nuestras playas y rincones emblemáticos, así como barrios de la periferia.
La ley de cine 108-10, ha tenido, quizá, mucho que ver con este empuje de la cinematografía, tanto en el ámbito local como internacional, además de la importancia a nivel cultural y económico que tiene este renglón para la captación de divisas; y de seguir como vamos, nos podemos convertir en la “meca del cine en el Caribe”.
Como país experimentamos ese sabor dulce que produce la “pantalla gigante” y que de una u otra forma, promueve nuestra cultura, así como también brinda la oportunidad a nuestros talentos de proyectarse y competir a nivel internacional.
En esta semana, a propósito, estuve viendo la película El Asesino, una producción del servicio de streaming Netflix, dirigida por el excelso David Finche. Esta película se desarrolla por capítulos y contiene dos filmados desde la República Dominicana con escenas realizadas desde la Ciudad Colonial, el aeropuerto La Isabela, y el populoso barrio Los Guaricanos.
Años atrás, figuras como el multipremiado Steven Spielberg filmó desde Puerto Plata, escenas para Jurassic Park, en 1993, pero mucho antes, el director Francis Ford Coppola grabó aquí “El padrino II” y “Apocalypse now”, en 1974 y 1979, respectivamente, la primera con la actuación del actor cubano Andy García, filmada en locaciones de la Ciudad Colonial.
Otras son: Rápidos y furiosos 3.5, Piratas del Caribe, Rambo II, El Buen Pastor, La Fiesta del Chivo, El Lago Azul y Ciudad Perdida.
Vale mencionar también la serie surcoreana Narcosantos, rodada en lugares de Santo Domingo y Santiago, protagonizada por Park Hae-soo, de El Juego del Calamar, una serie que tuvo mucho impacto en el público, entre muchas más.
Así que nuestro país sigue creciendo a nivel de imagen hacia afuera a través de la pantalla gigante, acaparando la mirada y atención de las grandes productoras cinematográficas del mundo, mientras las producciones locales también siguen a buen ritmo, con películas cada vez mejor presentadas y con buen manejo escénico.