El operativo Semana Santa 2024 denominado “Conciencia por la vida” fue, sin lugar a dudas, uno de los mejores organizados en los últimos años con la decisión de mucha gente de colaborar para preservar vidas, más las disposiciones oficiales y privadas dirigidas a reducir el número de víctimas mortales y lesionados por las distintas causas propias del asueto.
La incorporación de cerca de 50 mil voluntarios de todas las esferas que intervienen en los eventos de prevención, prohibir la venta de bebidas alcohólicas y de fiestas en los balnearios, así como la incautación de motocicletas y otros vehículos sorprendidos violando las leyes y las disposiciones administrativas, contribuyó grandemente a que la ciudadanía participara de la Semana Santa con mayor nivel de Seguridad y el número de accidentes e incidentes fue menor al de eventos anteriores.
La labor desplegada por el Centro Nacional de Emergencias (COE), la Policía Nacional, Defensa Civil, Cruz Roja, médicos, paramédicos, bomberos, enfermeras y otros socorristas, fue encomiable mostrando una vez más que, cuando la disciplina impera, los errores, descuidos y abusos son menores, que el dolor visita con menor crueldad e inclemencia los hogares dominicanos.
Los ciudadanos conscientes del valor que tiene la vida de un ser querido para cualquier familia, debemos felicitar a cada ser humano que sacrificó su deleite y sus deseos particulares para sumarse a una causa tan importante como la preservación de la vida de muchos de sus semejantes.
Me inclino reverente ante ese conglomerado de voluntarios que día y noche se pusieron al servicio de los dominicanos para que las familias pudieran disfrutar a su modo y conforme a sus creencias de esta fecha especial que simboliza la Pasión, Muerte y Resurrección del hijo del Hombre.
Cristo simboliza la fe y el amor al prójimo y a cuyo culto millones de ciudadanos en el mundo se entregan con amor y devoción a sus semejantes, por amor a Dios, en el marco de este ciclo dedicado a la reflexión, concentración de la familia, sobre todo, a la Oración.
Recuperar a la familia, la tranquilidad ciudadana y la convivencia en la fe, es una conquista que debe retornar a la mayoría de los dominicanos con la ayuda decidida de las autoridades y de cada ser humano. ¡Un aplauso merecido!