La actuación de la Policía Nacional en la solución del asalto a una sucursal del Banco Popular Dominicano, mostró una vez más, que está lo suficiente preparada para resolver cualquier acontecimiento criminal, cuando prima la voluntad o cuando una autoridad superior lo demanda.
De todas maneras, el hecho de encontrar a los responsables, dos de los cuales cayeron abatidos en supuesto enfrentamiento con los agentes persecutores del crimen, otro arrestado y el cabecilla, una vez descubierto, optó por entregarse. En horas, los afectados, la ciudadanía y el propio Gobierno, recibieron la respuesta efectiva, lo que ha permitido dejar claro, que saben como hacerlo muy bien cuando quieren.
Esta muestra de eficiencia de la Policía trae un aire de respiro a la población que vive temerosa por los efectos negativos de la delincuencia y la criminalidad que, en sus diversas modalidades, crece rápidamente manteniendo en zozobra a la sociedad.
Nuestra policía merece un voto de confianza y las felicitaciones más sinceras por la rápida solución de este caso y, ojalá que en lo adelante ese sea el norte, para que ningún caso quede impune sin importar el sector social en que registre.
Los cuatro jóvenes que tuvieron la osadía de asaltar un banco para resolver sus problemas económicos de forma fácil, deben servir de ejemplo a los que pretenden vivir del crimen y el delito para conseguir dinero sin esfuerzos y llevar vida de lujos, para que no se atrevan a intentarlo o tendrán de frente a una policía que sigue preparándose para enfrentarlos.
El país necesita tranquilidad y esto solo se logra en forma efectiva con la actuación valiente, honesta y decida de los integrantes de una policía comprometida con la sociedad, propiciando un mayor nivel de seguridad ciudadana.
Poner un alto al crimen organizado es una misión obligada de esta eficiente policía, porque esta es una de las mayores preocupaciones, sino la principal, de todos los dominicanos que anhelan volver a caminar libremente por calles seguras. Estamos confiados.