Las principales avenidas y calles del Gran Santo Domingo y de las principales provincias del país, esperan ansiosas por la acción decidida de los alcaldes electos en los comicios de febrero pasado, para iniciar el proceso de desarrabalización de esas vías, puentes peatonales, elevados y pasos a desnivel, atiborrados de talleres, puestos ambulantes de todo tipo, como parte de la economía informal.
Lo propio se espera de directores municipales, cuyas jurisdicciones están arropadas por la basura, los desperdicios lanzados a las vías por vendedores ambulantes, criollos y extranjeros que no sienten el menor respeto por la higiene, el ornato ni la salud de la gente.
Somos un país en desarrollo, con un potencial turístico envidiable, pero estamos dejando que la desidia se lo trague por no actuar y poner un alto al desorden que en cada municipio del Gran Santo Domingo, Santiago y otras provincias importantes se registra, incluyendo el tránsito.
Los alcaldes y directores municipales necesitan crear mecanismos comunitarios que contribuyan a mantener el respeto, la higiene y el control en sus respectivas áreas, porque cuando se deja todo a la autoridad principal, las soluciones son más lentas y los resultados menos satisfactorios. El desorden en las vías, así como la ocupación de aceras y contenes que impiden el libre tránsito de peatones y el desempeño normal de tiendas y otros negocios, debe ser cosa del pasado.
Las calles y avenidas no deben ser mercados ni talleres, razón por la cual la autoridad debe imponerse tomando las medidas pertinentes para evitarlo. Las leyes están ahí, todo está previsto en ellas. Solo falta la voluntad para aplicarlas y la decisión de hacerlas cumplir enseñando a los violadores que hay régimen de consecuencias.
Vamos a parar el desorden y reconstruyamos el país que pregonamos y anhelamos, porque de nada vale decir que somos efectivos si a lo interno no tenemos la capacidad de corregirnos. El poder municipal debe ser efectivo ahora, como lo previó el patricio Juan Pablo Duarte, o no saldremos a camino. ¡Comencemos ya!