“y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.” (Juan 8:32); “Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.” (Juan 14:6); “Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.” (Juan 8:12)
Se preguntarán ustedes si en el día de hoy les voy a dar un estudio bíblico, aunque no les extraña que citar la misma para mi es la mayor fuente desde donde puedo ayudar en mi intención de llevarles un mensaje semanal a través del cual les aporte para una mejor convivencia, de manera especial en la cotidianidad dentro del entorno de la familia, columna vertebral de toda sociedad.
Febrero es el mes de la Patria en nuestro país, y del Amor, además de en muchas de las principales naciones. Esto es una aparente casualidad, no obstante, si hay algo que atrae al turista que visita nuestra tierra es ese algo especial que proyectamos los dominicanos, que no entienden, pero que está siempre presente, y es la fe en Dios. Esta es transmitida en sonreírles y alegrarles. Nuestro país fue fundamentado por nuestro padres de la patria en la fe cristiana, y esto se ve reflejado en nuestro escudo, único en el mundo, sobre el cual destacadas en grande tenemos tres palabras “Dios, Patria, Libertad”, en el centro una Biblia abierta con la cita que iniciamos hoy. Si vemos, el mayor legado dejado por estos hombres y mujeres quienes entregaron sus vidas para que hoy tengamos soberanía, libertad, es el amor, representado en Dios, quien es amor, y la Biblia como fuente de guía y sabiduría. Hoy más que nunca, como señalamos la semana pasada, se están viviendo unos de los tiempos de mayor ambivalencia, donde a lo malo se llama bueno y a lo bueno malo, y romper con todos los paradigmas establecidos hasta hoy. Cuánto tenemos que agradecer que se nos haya dejado La Verdad, que es Cristo.
¿Eres un verdadero patriota? ¿Cumples con esto que se te dejó? ¿Honras los nombres de Duarte, Sánchez y Mella? ¿Cuán desinteresadamente amas a otras personas, especialmente esposa(o), padres, hijos? Jamás temas, trata de repartir amor en abundancia, nunca sobra, aunque no te lo devuelvan, recuerda su esencia.