Cuando una gallina recién saca sus polluelos, no importa si son 3, 4, 5 o más, nadie se les puede acercar, ya que esta se convierte en su guardián permanente. Recuerdo que, por curiosidad infantil, quise tocar un pollito en el patio de mi abuela, pagando el precio con ataques de picaduras con su pico, y tuve que salir corriendo porque desperté a un ave celosa de sus criaturas. Hace poco tiempo, una de mis amigas me envió un video de la desesperación de su perrita, que parió tres cachorritos, y dos días después uno de ellos falleció. La perra se pasaba el día buscándolo por todas partes, se podría decir que con ansiedad y tristeza. Parecen ejemplos infantiles, no obstante, en ambos casos podemos ver cuidado, amor, pertenencia y, de manera especial, cómo su entorno familiar es celosamente protegido. Hace más de 20 años, producía y conducía un programa en una emisora que ya no existe (Radio Radio), acompañada del Sr. Américo Martínez, a quien no he vuelto a ver desde mucho tiempo atrás, inspirada en la importancia de la familia, cuyo nombre era “Nosotros en familia”. Hoy, llevamos un poco más de 8 años escribiendo con un título parecido, “Por tu familia”. Aquí, cada semana, tratamos temas a través de los cuales pretendemos llevar un mensaje a la sociedad dominicana, dirigido a lo que vemos en ambos ejemplos, mantener una estructura familiar integrada, basada en valores, principios morales, donde se preserve lo básico, aun para los animales, que es el amor. De este último hemos citado versículos como 1 Corintios 13, el cual ha sido de inspiración hasta para artistas famosos mundialmente, ya que te da la base en algo tan sencillo, pero a la vez imprescindible para poder vivir dentro y fuera del hogar.
Arropados todos por eventos y situaciones, que cuando era niña se escuchaban hasta absurdos e incoherentes cuando los proclamaban cristianos llevando el mensaje a los hogares y en las iglesias, es momento, más que propicio, necesario, de mantener la unidad, el respeto, la integración entre los miembros de una misma familia. En aquellas donde hay pequeños, es vital conservar coherencia entre lo que se dice y se hace, pero, sobre todo, que los paradigmas dentro del interior del hogar se sostengan, independientemente a lo que haya afuera, más aún con el bombardeo 24/7 a través de los medios y redes sociales.