Todo cambió”; “Verdaderamente el mundo es otro”; “Nos han colocado bozal en la boca. ¡Increíble!” Estas y otras tantas expresiones se repiten a diario entre todos los individuos moradores del mundo, aquí, no somos excepción. Llevo meses evaluando hasta dónde hay un antes y después de la crisis sanitaria, que si bien es cierto ha sacudido a toda la humanidad, colocándonos por primera vez, quizás en toda la historia, a todos por igual; también ha llevado de manera directa o indirecta a verse en un espejo. El más incoherente de los hombres ha sido afectado, confrontado y, especialmente, inhabilitado para andar libremente como es diseño propio de Dios, quién señala y nos muestra a través de la propia naturaleza que verdaderamente somos libres, pero en medio de esta, necesitamos de la interacción permanente de unos con otros como base primordial para la vida. Hasta los animales dentro de su especie en su gran mayoría necesitan estar juntos. El encierro, durante meses, toques de queda, la palabra “distanciamiento” repetida 24/7, prohibición de abrazos hasta dentro de los miembros de la familia, ha matado el alma de muchos, trayendo como consecuencia enfermedades de todo tipo tanto físicas como mentales, siendo estas últimas más graves y paradójicamente detonante mayor de las primeras. En nuestro país, como hemos señalado en ocasiones en anteriores, tenemos la característica de una sociedad formada por individuos con una capacidad increíble de sobrevivir ante cualquier evento que ha llegado hasta el día de hoy a nuestra hermosa isla, y todos han sido superados gracias a dicha capacidad. Nosotros hemos marcado una gran diferencia ante los llamados países desarrollados, los cuales hoy están incapacitados para manejar todo esto que ha venido de repente y ha sido manejado de manera alarmante creando pánico colectivo, el cual los imposibilita aún más, permitiendo acciones inverosímiles a la hora de enfrentar lo que se está viviendo. La característica más atractiva para el desarrollo turístico, no son solamente nuestras playas, clima, naturaleza, sino la forma cálida, cercana, alegre, abierta de los dominicanos, lo que permite impactar a los que pisan nuestra tierra, a la cual todos quiere regresar. Tengo un postulado para ustedes: ¿El mundo cambió o verdaderamente el evento que lleva casi dos años ha permitido la desnudez del ser humano? A mi entender, después de largo tiempo de análisis, el mundo no cambió, sencillamente, todo lo que hemos vivido, ha permitido sacar de cada uno lo mejor o peor de lo que llevaba dentro. ¿Qué salió de ti?