Paradójicamente a que la ciencia nunca ha tenidos mayores adelantos como hoy en día, el hombre a su vez jamás había buscado de Dios como en estos tiempos. Cada vez más, en todo el mundo, aun en sociedades como Europa, donde podemos ver la penetración paulatina del evangelio, y cómo este está llegando a la gran mayoría de sus países, verdaderamente es un fenómeno que nos indica cómo el individuo ha ido entendiendo que hay una serie de respuestas que la ciencia no podría llegar a responder.
Como nunca, también se ha invertido en las grandes naciones, en todo lo relacionado con la llamada “seguridad”. Esto lo vemos de manera muy especial: cuando llegas a un aeropuerto, donde es tanta la revisión que, verdaderamente, salir de viajes es agotador. En el caso de nuestro país tenemos la problemática de la delincuencia callejera, la cual evita poder transitar tranquilamente por nuestras calles. ¿Dónde está la seguridad del hombre hoy día?
Quiero citarles el siguiente pasaje Bíblico: “Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. Por tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida, y se traspasen los montes al corazón del mar; aunque bramen y se turben sus aguas, y tiemblen los montes a causa de su braveza” (Salmo 46:1-3).
Si estudiamos este salmo podemos entender que toda nuestra seguridad está en Dios, que por mucho que hurguemos buscando respuestas, verdaderamente, todas las tenemos en Cristo.
He aprendido, a través de vivencias propias a lo largo de todo mi trayecto en esta tierra, que la paz y la seguridad verdadera vienen solamente del Señor, por tanto, el temor en la mente del hombre, el cual invalida nuestras actuaciones y lo único que logra es cargarnos de angustia, solamente se puede echar fuera conociendo a Jesús. “No temas, Yo estoy contigo; no desmayes, Yo soy tu Dios”, es una de las expresiones, que se encuentra también en las Sagradas Escrituras, que han sustentado mi vida.
Les hablo de mis experiencias, ya que como siempre dice una de mis amigas: “deberías escribir un libro”, pero sencillamente he aprendido del Libro de los libros: La Biblia, el más leído de la humanidad, del cual me falta aún todo por aprender.
Te invito que intentes desde hoy, buscar en este Libro, que es el mejor manual para tu vida, donde obtendrás las mayores enseñanzas y, sobre todo, aprenderás a querer caminar con Jesús, a que Él sea tu seguridad y tu guía en todo tiempo.