Basta con leer la prensa, ver la televisión, y más aun aquellos que utilizan en su día a día las redes sociales, para darnos cuenta la magnitud de los conflictos entre las grandes naciones, y las problemáticas sociopolíticas de nuestra región. Avances tecnológicos cada vez mayores en todos los ámbitos de la ciencia, como la salud, por ejemplo, no obstante, cada vez más, a enfermedades nuevas, virus y bacterias resistentes a todo tipo de antibiótico. Todo esto nos muestra un momento histórico que, en mi caso particular, desde el ámbito científico, especialista en conducta humana, solo lo puedo entender a raíz de la Palabra de Dios.
Respeto todo aquel profesional que niegue su existencia. Sin embargo, como podrán notar, una descripción bíblica escrita hace miles de años, define los tiempos de hoy tal cual los estamos viviendo. Pero antes quiero decirles que tenemos una responsabilidad de un universo importante en nuestras manos, el cual es el móvil por el que hace una década nos hemos dedicado semana tras semana a llevar un mensaje dirigido al mismo, y es nuestra familia. Mantener equilibro entre reglas claras, con una autoridad definida, con parámetros propios y valores propios, independientemente que difieran o no con el exterior, es una responsabilidad y compromiso de la cabeza de ésta con cada uno de sus integrantes.
“Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios” (2 Timoteo 3:2-4). “…y será tiempo de angustia, cual nunca fue desde que hubo gente hasta entonces…Muchos correrán de aquí para allá, y la ciencia se aumentará.” (Daniel 12:1,4)
Si evaluamos estas citas, pareciere que fueron escritas hoy para todos nosotros, como tantas otras a través de las cuales queda claramente definido el momento histórico que nos ha tocado vivir. Tanto es así, que incluso habla de que los días serán acortados, cuando cada uno de nosotros en ocasiones hemos repetido: “Ya se fue el día”, “Ya se fue el mes”, “Es increíble cómo ya está finalizando el año”, y esto coincide incluso con lo que dicen hoy grandes científicos, de que los días real y efectivamente tienen menos horas, claro está, con sus propios argumentos, pero lo han aceptado.
Hay que retomar los valores cristianos y sembrarlos en las familias como soporte principal.