Cuando el PLD fue el lunes 20 al Palacio de Justicia a atacar y causar destrozos a la vista de todo el país.
Cuando el domingo 26 sale una turba desde su casa nacional a intentar repetir el asalto al recinto judicial, al que esta vez no pudieron llegar porque fueron parados en seco por fuerzas antimotines de la Policía Nacional.
Cuando hace ruedas de prensa denunciando que el proceso de lucha de toda la sociedad en contra de la corrupción administrativa y la impunidad es una maniobra política para destruirlos.
Al decir que Miriam Germán Brito y Yeni Berenice Reinoso, dos probas magistradas respetadas por su recio apego a la ley, los investigan porque actúan en favor de la “reelección” del presidente Luis Abinader.
Al momento de montar un show mediático para afirmar que la PN lanzó unas 100 bombas lacrimógenes en su sede nacional, siendo eso totalmente falso.
En realidad, se trató de artefactos lanzados a turbas que se movilizaban lejos del recinto partidario, y ninguno de los periodistas ni hasta ahora sus cámaras de seguridad o videos propios muestran el tal ataque.
En ocasión de ausentarse del Congreso Nacional, faltando al trabajo para el que los contribuyentes les pagan sus abundosos sueldos y otras prebendas.
Actuando de manera vandálica frente al Poder Judicial, e irresponsable en su compromiso con el Poder Legislativo.
Cuando la ex vicepresidenta Margarita Cedeño, una de sus más destacadas dirigentes, plantea que por las indagatorias judiciales el país vive o está al borde de una situación de ingobernabilidad.
Siendo que un hombre tan bien informado como el Dr. Vincho Castillo, advierte que sectores de la cúpula peledeísta están pagando dinero para promover acciones perturbadoras de la paz nacional.
Al momento en que a una declaración del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, reconociendo los avances de República Dominicana frente a la corrupción gubernamental, quieren buscarle una quinta pata al gato, y de alguna manera ponerla en entredicho.
Cuando el ofrecido por Biden es apenas un dato que antes hicieron de público conocimiento Transparencia Internacional y la Organización de Estados Americanos, sobre la drástica reducción de la corrupción gubernamental en 2021 y 2022.
Cuando los dirigentes del PLD que puedan merecer algún respeto callan avergonzados frente a las operaciones de ”Gran Corrupción” por las que son investigados altísimos dirigentes de su partido, parte de los cuales están devolviendo dinero robado, y delatándose unos a otros.
Si todos hechos, indicativos de que el PLD trata de mantener en agenda el tema de su controvertido alto involucramiento en corrupción administrativa, es porque definitivamente la cúpula de ese partido se ha puesto en modo autodestructivo.