La Ley 63-17, de Movilidad, Transporte Terrestre, Tránsito y Seguridad Vial de la República Dominicana es muy completa y establece todo lo relativo a la forma de actuar de los conductores, agentes de tránsito y las consecuencias por cada infracción. Sin embargo, en la práctica parece muy débil por el incumplimiento de los conductores y la inobservancia de las autoridades.
Aplaudo el inicio del plan piloto Parquéate Bien en el polígono central del Distrito Nacional, que tiene como finalidad lograr el ordenamiento del tránsito y agilizar la movilidad urbana.
Esa acción es realizada de manera conjunta por la Alcaldía del Distrito Nacional, el Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (Intrant) y la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (Digesett).
Ese plan establece que los conductores deben parquearse en un solo lado de varias vías del polígono central, para evitar el estacionamiento paralelo y el achicamiento de los espacios, con la consecuencia de los vehículos ser llevados a la Asociación de Gestores de Estacionamientos y Movilidad (Agemov), situado en la Tiradentes, número 17, y el pago de una multa para entregárselos.
La iniciativa no debe quedarse solo un plan piloto en un punto especifico de una ciudad, como los tantos operativos realizados con frecuencia en la historia del tránsito de nuestro país, sino pasar al cumplimiento institucional de la Ley de Tránsito 63-17, la cual establece en su artículo 237 la forma de parquearse en algunas zonas, así como la responsabilidad de las autoridades correspondientes de colocar las debidas señalaciones en ese y otros aspectos de movilidad terrestre.
Los ciudadanos deberíamos conocer y respetar más la Ley de Tránsito, y las autoridades hacerla cumplir, con todas las consecuencias para el bolsillo y tiempo de los infractores, para de esa forma todos contribuir con el ordenamiento del tránsito en las principales ciudades de nuestro país.