Aunque el escenario político latinoamericano se percibe eclipsado por la reciente toma de posesión de Nicolás Maduro como presidente de Venezuela en medio de los problemas de legitimidad, lo cierto es que en la región están aconteciendo una serie de eventos interesantes.
Y es que este año se llevarán a cabo elecciones generales en varios países, siendo Ecuador, Bolivia y Chile los que motivan nuestro interés por el fenómeno que podría producirse, pues en ellos están muy marcadas las ideologías de izquierda y de derecha, aunque todo parece indicar que las votaciones estarán determinadas por las ofertas electorales que esbocen soluciones viables a los principales males que aquejan esas sociedades, de los cuales nos proponemos ofrecer algunas pinceladas.
En tal sentido, el calendario electoral inicia con las elecciones generales de Ecuador, donde la campaña inició formalmente el domingo 5 de enero y la primera vuelta se efectuará el domingo 9 de febrero.
Aunque hay 16 candidatos presidenciales, el escenario está polarizado nuevamente por el actual presidente y candidato a la reelección por la conservadora Acción Democrática Nacional, Daniel Noboa, que ha bajado un poco sus índices de popularidad, y la correísta del partido Revolución Ciudadana, Luisa González, que en ocasiones se proyecta con cierta ventaja sobre el primero.
Los estudios de opinión pública han establecido que el segmento de los indecisos sobrepasa el 50 %, un panorama que puede cambiar a partir del próximo domingo 19 de enero, cuando se prevé el debate obligatorio.
La gestión de Noboa se ha caracterizado por la pugna por asuntos políticos que mantiene con la suspendida vicepresidenta, Verónica Abad; el conflicto diplomático con México y las frías relaciones con otros presidentes de la región; la deficiencia del suministro eléctrico que el Gobierno intenta paliar con programas de energía renovable en el que ha dado una importante participación al sector privado; y el rezago económico que determinó que el Banco Central admitiera hace unos meses que estaban en recesión, que se manifiesta en la reducción del empleo y el consumo.
Por igual la inseguridad, relacionada con el accionar del crimen organizado que tiene el monopolio de la violencia en las cárceles y en las calles, hasta incidir en la violencia política que segó la vida recientemente al alcalde de Arenillas, Eber Ponce, un hecho que trajo a la memoria colectiva el magnicidio del periodista y candidato presidencial, Fernando Villavicencio, que marcó las elecciones presidenciales de 2023, en las que era el favorito en las encuestas. Estos temas centran el debate político y los programas de los candidatos.
En relación a Bolivia, los comicios serán celebrados el domingo 17 de agosto y la eventual segunda vuelta el domingo 19 de octubre.
Se aprecia la carencia del surgimiento de nuevos liderazgos políticos que puedan convertirse en reales opciones de poder frente al oficialista Movimiento al Socialismo (MAS), cuyo candidato a la reelección es el presidente Luis Arce, quien logró neutralizar a tiempo el intento de un golpe de Estado en junio del año pasado, así como expulsar del partido a su rival, Evo Morales, a la vez que maniobró hasta lograr la inhabilitación de sus intenciones continuistas, en una sentencia del Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP).
La división a lo interno del partido de Gobierno se presenta como una oportunidad para la oposición, que busca articularse en una coalición liderada por los expresidentes Jorge “Tuto” Quiroga y Carlos Mesa, entre otros líderes políticos y empresariales de diversas corrientes ideológicas.
El panorama político aún esta difuso, porque a la fecha continúan presentándose precandidaturas. La lucha de poder y de clases manifiesta entre el poderoso movimiento indígena, que se refugia sobre todo en el MAS, y los sectores más conservadores de la región de Santa Cruz, considerada la más rica y poblada del país, puede nuevamente tomar esencia dentro de este proceso electoral, tal y como viene aconteciendo en los últimos años.
En relación con Chile, los comicios generales se desarrollarán el domingo 16 de noviembre, y de ser necesario, el balotaje se realizaría el domingo 14 de diciembre. Desde el oficialismo se proyectan las aspiraciones de la expresidenta Michelle Bachelet y la exsecretaria general del Gobierno, Camila Vallejo, debido a las limitantes constitucionales que tiene el mandatario Gabriel Boric que le impiden repostularse.
El candidato que surja tendrá la difícil tarea de competir en un escenario en el que destacan la sostenida impopularidad de Boric, fundamentada en el rechazo hacia una serie de reformas que impulsó infructuosamente, en algunos casos; el aumento de la percepción de inseguridad ante el auge de la delincuencia; y el rechazo al abordaje de la política migratoria, por la fluida recepción irregular de venezolanos y peruanos, así como de otros países vecinos.
La variopinta oposición, en la que se mezclan partidos centristas, de derecha e izquierda, ha presentado unos 9 precandidatos. La derechista de tendencia moderada y exalcaldesa de Providencia, Evelyn Matthei, nominada por la organización Renovación Nacional, estaría encabezando los sondeos.
Las elecciones convocadas en Ecuador, Bolivia y Chile generarán muchas corrientes de opinión en los próximos meses, puesto que se realizarán en un contexto en el que sobresalen los problemas de imagen e impopularidad de los partidos oficialistas, que no escapan a la falta de cohesión interna; y la deuda social acumulada que ha profundizado la desigualdad, en algunos casos, lo que demandará de ofertas electorales convincentes que logren motivar al electorado en una región donde la abstención se mantiene en aumento.