La orden es una organización laica vinculada estrechamente a la filosofía, propósitos y metas de la Iglesia Católica, siendo además Familiar, Fraternal y de Servicio.
Fue fundada por el Padre Michel J. McGvney, joven sacerdote de la parroquia Santa María New Haven, Connecticut, Estados Unidos, el 29 de marzo de 1882, lo que indica que ya cumplió un siglo de existencia.
Se extendió en Estado Unidos, principalmente en los estados de Nueva Inglaterra, creciendo desde Canadá hasta California y desde Florida hasta Estado de Washington.
En 1911 es fundada en Puerto Rico por el entusiasta obispo de la Isla, monseñor William Jones. Actualmente cuenta con más de un millón trescientos mil miembros repartidos en Estados Unidos, Canadá, México, Filipinas, Guatemala, Panamá, Cuba (en el exilio) y Puerto Rico. Cuatro principios básicos caracterizan y distinguen a esta Orden de los Caballeros de Colón, ellos son: Caridad, Unión, Fraternidad y Patriotismo.
La orden tiene una amplia tradición de ayuda a la educación católica, así vemos que en 1904 para que se dictara la cátedra de Historia Americana en la Universidad Católica de América, de Washington, D.C., y en 1980 estableció un fondo de un millón de dólares a la memoria de su fundador padre McGivney para el programa denominado ¨Nuevas Iniciativas para la Educación Católica¨.
Beneficiarios de la Orden han sido Boy Scouts, con quienes trabajan y ayudan activamente desde 1923, por lo que hoy más de un militar de Consejos locales patrocina unidades de Boy Scouts.
Para poder pertenecer a esta orden es necesario ser Católico Practico en Comunión con la Santa Sede y tener cumplidos 18 años, sin importar la raza, situación económica, social, ni ideologías políticas, para lo cual hay que llenar una solicitud que estudia el comité de Admisión y si califica se invita a recibir el Grado de admisión, previa orientación, y de esta manera quedar iniciado en la orden.
Los Estatutos ponen la dirección de la orden bajo la rectoría del Caballero Supremo, con la colaboración de los Oficiales Supremos, cuyas oficinas se encuentra en New York, Estados Unidos, mientras que en Puerto Rico reside el Diputado de Estado, asistido por los oficiales de Estado.
Los Caballeros de Colón gozan del respaldo de la iglesia Católica y la simpatía de los Papas, algunos de los cuales se han expresado altruistamente de la orden con expresiones y frases como las siguientes: “Los Caballeros de Colón son una inmensa fuerza para el bien¨, Papa Pablo VI; ¨Yo saludo a todos los caballeros de Colón, más de 1, 300,000 seglares católicos en todo el mundo, que demuestran un espíritu de profunda adhesión a su fe cristiana y lealtad a la Sede Apostólica”, Papa Juan Pablo II.
Esta institución se instituyo en el país con la instalación del consejo ¨Juan Pablo Duarte número 800 primero en su género de la cual fui unos de sus humildes fundadores y ante el valor que pude apreciar de la misma aprovecho esta columna del Caribe que me permite explicar sus principios, propuestas y alegría.
La institución de la orden de los Caballeros de Colón se instaló en el país en el mes de febrero de 1992 con los actos y rituales de la misma que se desarrollaron en la Casa Rodrigo de Bastidas, y la carta constitutiva fue entregada en una solemne Misa concelebrada por el Arzobispo de Santo Domingo Mons. López Rodríguez, y los Obispo Monseñor Juan Félix Pepén, Monseñor Charles P. Greco, Capellán Supremo de la Orden, y otros distinguidos sacerdotes dominicanos encabezados por el Padre Normando Mustafá, quien sería Capellán de la Orden.
El primer consejo Directivo quedo integrado de la manera siguiente: Juan Portorreal CEPDS, Gran Caballero; Padre Mustafá, Capellán; Rubén Torres CEPDS, Diputado Gran Caballero; Cesar Iván Feris Iglesia, Canciller; Gregorio Ernesto de Moya, Secretario General; Carlos Guillermo Martin, Secretario Financiero; Eulogio Then, Tesorero; Adic Ramírez, Lector o Conferenciante; Lucas Guzmán, Abogado, Rafael Tejeda, Guardián, Ramón Alcides Ramírez, Guardia Interior, Manuel Jiménez, Guardia Exterior; y como Síndicos: Nicolás Almánzar, Rafael de Moya y Jesús Ruiz Oleaga.