La contienda electoral del 2020 permitió que nuevos nombres se escucharan en la política, y lograron escaños importantes, por ejemplo, en el nivel legislativo.
Orlando Jorge Villegas, Juliana O’Neal, Aníbal Díaz, Omar Fernández, Priscilla D’Óleo, Olfanny Méndez, José Horacio Rodríguez, y muchos otros diputados se estrenaron en las lides congresuales, por primera vez, en la cámara baja. En el Senado de la República, hay también ejemplos claros del ascenso y estreno en este rango, como por ejemplo Faride Raful, que ganó la senaduría con el 52.04%, por encima de Rafael Paz, del PLD, que obtuvo 34.44%.
Muchos de ellos han jugado un rol activo sabiendo asumir el compromiso de un legislador: fiscalizar, representar y legislar. Esta contienda que se avecina permitirá, entre otras posibilidades, que algunos políticos reafirmen su ubicación a nivel electoral en sus circunscripciones y también su liderazgo.
A Faride le ayudó su discurso de oposición, se constituyó en la voz oficial de su partido, el PRM, y defendió con uñas y dientes lo que cree, el electorado encontró en ella un discurso con el que conectó, un rostro fresco, y una mujer con luces. La ola que se llevó todo lo que olía a morado, se llevó también el deseo de Paz de lograr la senaduría, pese a que a lo interno del PLD había librado una fuerte batalla, ganando, la primarias a Roberto Salcedo, un verdadero cuadro político que había ganado la alcaldía del Distrito Nacional con amplio margen y dirigido el cabildo los últimos 14 años.
El panorama que se avecina en la contienda del 2024 en el nivel de la senaduría del Distrito Nacional tiene en común con el pasado proceso que enfrentará a dos jóvenes otra vez, Omar Fernández y Faride Raful, si al final, ella, termina siendo la escogida y proclamada por las autoridades del PRM. Todos estamos expectantes.
La diferencia es que ahora Faride, es poder, Gobierno y se hace un poco más complicado sostener un discurso cargado de revelaciones, denuncias y críticas. Un discurso aguerrido, anticorrupción y préstamos, palabras protagonistas de cualquier narrativa política opositora dominicana.
Y por el otro lado Omar Fernández, que dicho sea de paso, es el único punto con el que todos los partidos aliados están 100 por ciento de acuerdo: apoyar a Omar en la senaduría. Él, tiene a su favor eso que bendijo en el 2020 a Faride. Hoy es parte de la oposición y él sabe cómo jugar ese papel.