2008-2024: Barack Obama 8 años, Trump 4 años… próximos 4 años: ¿Trump o Biden? ¿Es lo más relevante?
Estados Unidos como nación dispone de un Estado que con sus avances y retrasos, aciertos y errores, ascensos y descensos, se manifiesta cual espejo que refleja en una significativa proporción la compleja evolución social humana.
Una mirada al pasado al interior de los Estados Unidos en años históricamente tan próximos como los 60 del siglo XX, muestra que es mediante la Ley del Derecho al Voto de 1965 (Voting Right Act) cuando se prohíbe la discriminación electoral para los afroamericanos; y sólo 40 años antes de ese hecho y parcialmente, mediante la Décimo Novena Enmienda a la Constitución de los Estados Unidos del 26 de agosto de 1920 es cuando se aprueba el voto femenino.
En la dialéctica (avances-retrasos…) de su evolución social un momento de la grandeza de los Estados Unidos se expresa cuando se elige como presidente en el 2008 a Barack Obama, de una minoría como la de los afroamericanos que no supera el 20% de la población total, y lo que dice además que no hubiese sido posible sin la determinante participación del grupo de los blancos mayoritarios en más del 60%; lección real de progreso para la humanidad y respecto a lo cual la ciencia ha demostrado que más allá de las supuestas diferencias éticas, la humanidad es una sola especie. De ahí la grandeza.
Con la elección de Donald Trump en el 2016, independientemente a otras lecturas, se demostró la flexibilidad y apertura de uno de sus grandes partidos-Partido Republicano- en disponer de un sistema interno tan democrático capaz de elegir aun con la resistencia de sus principales dirigentes a un candidato al margen de la militancia partidaria, algo muy poco probable en otros países del mundo.
En el contexto de las fortalezas destacadas a pocos días del 3 de noviembre genera preocupación la apropiada salida del sistema electoral cuestionado en su credibilidad por el propio Presidente y puesto a prueba además por la pandemia, totalmente fuera de control; aun así entendemos que el principal desafío de los Estados Unidos hoy está en la necesidad de avanzar en cuanto a la reducción de la gran inequidad social que el coronavirus ha develado con total crudeza en los factores asociados a la salud como muestra representativa.
Más allá de la decisión electoral (Trump/Biden), introducir profundas reformas sociales puede ser el desafío sin cuya inaplazable superación se inicie un declive por demás abrupto de los Estados Unidos, hoy el principal reto de su liderazgo en todas las vertientes.