Hay errores de tal magnitud que cometen los candidatos en campaña que sólo poniéndose en sus zapatos puede el cristiano intentar entenderlos.
Hay recetas enumeradas en libros y manuales con decálogos sobre lo que se debe hacer para ganar unas elecciones.
Pero no están escritos límites algunos para los errores en que pueden incurrir candidatos de todo el mundo en sus campañas electorales.
Posiciones que enarbolan aquí, por ejemplo, los candidatos de oposición Leonel Fernández y Abel Martínez, se constituyen en sobresalientes errores de campaña que constituyen autogoles para sus respectivas aspiraciones de competir para resultar elegidos presidentes en las elecciones del próximo año.
Al final de este artículo explico por qué sus posturas constituyen gravísimos errores sólo explicables por las serias dificultades en que los coloca un electorado que -según diferentes indicios- le mantiene una alta aprobación a la continuidad de las políticas del presidente Luis Abinader, para reelegirlo en mayo por otros cuatro años.
Cuando leí en la prensa que Leonel reclamó al presidente Luis Abinader que no viva hablando del pasado, pensé que tal criterio se le había chispoteado, diría El Chavo, en uno de los tantos discursos que deben pronunciar los candidatos en campaña.
Pero no, no fue un chispoteo, no fue que se le zafó, es que realmente Leonel está convencido de que en el debate de la campaña no se debe retrotraer a hechos o conductas pasadas.
Después de publicado en periódicos vi un espacio publicitario en YouTube, en el que Leonel repite el rechazo a que se le cuestione en los hechos de sus tres gobiernos.
Es chocante que Leonel, autoproclamado conceptualizador único y fundamental, pueda sostener una posición que lo coloca de espaldas a la admisión global del criterio de Einstein de que para enriquecer el progreso y el futuro se debe examinar y rectificar lo mal hecho para no repetir los errores del pasado.
Abel Martínez, de su parte, ha renegado del valor de las encuestas como mecanismo de medición de opiniones ciudadanas sobre preferencias electorales, y lo hizo en el espacio digital Politikal, en el que dijo que “no tienen credibilidad” ninguna de las encuestas publicadas que lo colocan por debajo de un 20% de apoyo electoral.
Al aferrarse a ambos criterios Leonel y Abel están cometiendo el error de admitir de antemano su derrota en el venidero desafío electoral lo que constituye el más grave error en que puede incurrir un candidato, vale decir que con esas posiciones ya se declaran perdedores de los desafíos electorales de febrero y mayo del próximo año.