En una ocasión escribimos en esta columna acerca de las enseñanzas que nos deja trabajar en equipo. Hablamos de como los deportes nos ayudan a comprender la importancia que tiene convertir las metas individuales en objetivos colectivos.
Hoy queremos retomar el tema por la situación que se produjo en un partido donde el antesalista Jonathan Villar para muchos se mostró displicente, en lo que debió ser una jugada de rutina atrapando un elevado de foul.
En las imágenes se aprecia como que era una jugada fácil, pero al escuchar sus palabras él justifica que se encontraba lejos porque al bateador de turno le juega defensa cargado hacia la dirección opuesta al batazo.
La cosa se agrió más, porque al terminar la entrada el dirigente Tony Peña lo sacó del juego sin mediar palabras, empeorando la situación cuando Villar tomó sus pertenencias, se marchó del estadio y antes de terminar el juego colocó en sus redes sociales el mensaje, “gracias papá Dios por llegar a casa…”.
Después de esto se encendieron los comentarios con los fanáticos señalando posibles culpables, algo que para mí pasa a un segundo plano si tomamos en cuenta lo escrito en el primer párrafo.
En el deporte de equipo se reflejan situaciones como en la sociedad misma, donde para organizarnos generamos reglas y códigos que todos debemos respetar, de lo contrario sería un caos. Cosas tan sencillas como detenerse en un semáforo en rojo son vitales, aunque muchos motoristas ni se enteran.
En la pelota un solo jugador que no muestre el mismo compromiso que sus compañeros saca de balance su conjunto, pero además habla muy mal de su profesionalismo.
Por eso se me hace difícil creer que lo de Villar fuera a propósito, sobre todo porque es un jugador agente libre que hasta que anuncie su retiro estará buscando otra oportunidad.
Aunque las Águilas lo apartaron del equipo, y luego del incidente han ganado un par de juegos, apelo a la profesionalidad y sicología de Tony Peña en su calidad de líder. Entiendo que si hablan en privado, esto puede convertirse en un capítulo pasado de la extraordinaria historia aguilucha.