Toda República Dominicana está sumergida en un duelo que se vivirá por mucho tiempo, debido a la tragedia en la discoteca Jet Set.
Tres días de duelo nacional que ordenó el primer mandatario de la república, porque así le permite la ley, no serán suficientes para recuperarnos de esta tragedia.
Cada día que pasa nos enteramos de nuevas historias dramáticas que impactaron a algún conocido, o a algún familiar de un amigo, además de las familias afectadas de manera directa.
El deporte no escapa a ello. Nombres sonoros como los del exlanzador de grandes ligas Octavio Dotel; o Nelsy Cruz, hermana del expelotero Nelson Cruz, pero con méritos propios que la llevaron a ser gobernadora de Monte Cristi, no paran de golpear en los sentimientos de todos los dominicanos.
Igualmente, allí perdió la vida Tony Blanco, pelotero que jugó en Grandes Ligas con los Nacionales de Washington en el 2005, quien fuera un prospecto muy cotizado firmado por Boston en 1998, pero que desarrolló su carrera en el Japón durante 10 temporadas.
A medida que pasan los días nos vamos enterando de otros afectados, como Pedro Martínez, quien reconoció en la televisión de Estados Unidos que está haciéndose el fuerte, pero muy preocupado por no saber nada de unos familiares que estaban en la discoteca aquella fatídica noche.
De igual manera, Ángel Delgado, miembro de la selección nacional de baloncesto, quien publicó en sus redes el dolor que le ha causado la tragedia, por la pérdida de unos tíos, a quienes amaba como a sus padres.
Además de estos casos que podemos mencionar por nombres y apellidos, nos duelen las más de 200 personas que salieron de sus casas esa noche, con ánimos de celebrar, pero que nunca regresaron.
Lógicamente esto incluye al artista Rubby Pérez, quien en un momento soñó con ser pelotero, algo que no logró, pero sí su hermano Neifi Pérez, certificando los lazos fuertes entre los deportes y la música.
Nunca antes esta combinación había generado tanta tristeza. Esperamos que Dios nos dé fuerzas a todos los dominicanos para poder continuar.